La acumulación de partidos también tiene su lado positivo. El Comité de Competición castigó a Iñigo
Martínez el pasado 3 de marzo con cuatro encuentros de sanción por el manotazo sobre Sergio
León cuando ya había acabado el partido liguero contra el Levante disputado en el Ciutat de València.
Desde entonces, han pasado nueve días y el central rojiblanco ya ha cumplido tres de ellos: la vuelta de la semifinal de Copa contra los granotas que dio el pase a la final del día 17 de abril en La Cartuja y los dos de Liga frente al Granada en San Mamés (2-1) y contra el Atlético en el Wanda Metropolitano (2-1), el compromiso aplazado en el mes de enero por el temporal Filomena.
El club de Ibaigane recurrió a Apelación y trató de que el Tribunal Administrativo del Deporte le concediera de manera urgente la suspensión cautelar de la sanción para jugar el partido del torneo del KO, pero todos los esfuerzos resultaron infructuosos y el Ondarroa ha tenido que ver los tres últimos choques en la grada por una sanción a todas luces desproporcionada.
La cita de este domingo en Balaídos ante el Celta (14 horas) será la última que tenga que cumplir de castigo y volverá para recibir al Eibar en Bilbao el sábado 20 de marzo, también a las dos del mediodía.
Este será el encuentro previo a jugar la final de Copa contra la Real Sociedad del 3 de abril. Iñigo también podrá estar en Sevilla en el primer partido más importante de la temporada. El segundo será la cita contra el Barça en la que está en juego el título de este curso.
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