El Amorebieta se juega mañana el ascenso a Segunda con el Badajoz. Difícil papeleta para el modesto club bilbaíno, puesto que se mide al gran favorito de la competición, en el estadio del rival y con cerca de 4.500 espectadores en la grada. Iñigo Vélez, entrenador del conjunto azulón, permanece inasequible al desaliento.
“El equipo prefiere jugar con gente. Estoy seguro de que además se va a abstraer de todo lo que conlleva jugar ante este rival. Veo a mis jugadores concentrados, ilusionados y ambiciosos. Respeto al Badajoz sí, miedo no”, asegura
El técnico del Amorebieta insiste en que “vamos a intentar hacer nuestro fútbol, como contra el Linares. Sin balón somos un equipo muy incómodo y con balón sabemos dónde somos buenos, dónde somos fuertes. La idea, como siempre, es hacer ocasiones, que el Badajoz no pueda hacer su juego y ser efectivos de cara a gol. La plantilla está con ganas”.
Iñigo Vélez remarca que “venimos de otro partido muy exigente y el viaje, pero planteamos este partido como todos los demás. Somos conscientes de que es una final y de que estamos a 90 minutos de entrar en el futbol profesional. Este choque contra el Badajoz no es lo mismo que un partido normal porque es una final, pero nosotros vamos a tratar de jugar como siempre”.
Aimar, por su parte, tiene claro que “estamos ante una eliminatoria muy ilusionante. El Badajoz, más en su estadio, es rival muy duro, el mejor de los 102 de Segunda B. Ellos están con una ilusión tremenda y nosotros igual. Con ganas de que llegue el partido y de poder competir de tú a tú”.
Source link