Fue un día de centrales. Uno, porque decidió con su gol, el esperado que tanto se ha hecho de rogar, aunque huérfano de la explosión del júbilo popular de la grada; otro, porque volvió a una titularidad que se le ha estado negando y que supo aprovechar con una buena actuación. Iñigo Martínez y Unai Núñez fueron la pareja de defensas que se encargó de poner freno al Betis y lo hicieron con nota, en especial el ondarrutarra, al que la fiesta se le pudo amargar a última hora.
Iñigo tuvo que esperar a su partido número 85 como león para estrenarse en las lides realizadoras, práctica habitual en sus diferentes campañas en la Real Sociedad. En esta ocasión no fue un cabezazo, que podría ser lo más esperado; tampoco un disparo violento, que es otra de su bazas. No, tuvo que ser con una delicatessen tras el saque de una falta que no respondió a cánones previsibles.
El caso es que Iñigo recibió un pase desde la izquierda de Córdoba para sacar a pasear una especie de taconazo que tras tocar en Bartra dio el gol de la victoria. Por fin la recompensa a tanto esfuerzo que murió en la orilla, como en la dramática bofetada de Sevilla con su famoso lanzamiento al larguero.
¡Qué angustia!
Pero no acabaría todo ahí. El protagonismo del central de Ondarroa, cuyas consabidas dotes para la anticipación fueron santo remedio para ciertos momentos de apretón bético, fue a más. En una de esa apreturas, tuvo que sacar el balón de la raya cuando Borja Iglesias había superado a Unai. Se marcaba el peligro,un peligro que adquirió mayor carga de desgracia cuando cometió penalti en el tramo final y clavarle los tacos a un bético en una jugada muy embarullada en la que no había entrado el balón, como demostró el VAR.
A Iñigo se le pudo amargar la tarde con el penalti que falló Canales
Menos mal que Canales lanzó el balón por encima del larguero. ¡De la que se libró el Athletic e Iñigo Martínez! Claro que todo es bastante relativo, porque antes de este lance ya tuvo el equipo rojiblanco la posibilidad de dejar enterrado el partido, como lo reflejó Garitano en la posterior rueda de prensa. Williams lo tuvo en sus pies, como Villalibre, con su disparo al larguero
Por fin
Casi cuatro meses después, Unai Núñez volvía a la titularidad. No gozaba de ella desde el 23 de febrero en Mendizorrotza. Para encontrar la última vez que actuó de inicio en San Mamés hay que remontarse al 16 de febrero de este año ante Osasuna. Contra el Betis el central vizcaíno llegó a los 70 partidos como león.
Necesitaba disfrutar de una oportunidad así después de que los dos anteriores de la reanudación liguera su participación fuera escasa en minutos. Estuvo a un buen nivel, se llevó un coscorrón tras un choque con Borja Iglesias y salvó una jugada de peligro
Unai salió reforzado de su intenso duelo con Borja Iglesias
Casi cuatro meses después, Unai Núñez volvía a la titularidad. No gozaba de ella desde el 23 de febrero en Mendizorrotza. Para encontrar la última vez que actuó de inicio en San Mamés hay que remontarse al 16 de febrero de este año ante Osasuna. Contra el Betis el central vizcaíno llegó a los 70 partidos como león.
Necesitaba disfrutar de una oportunidad así después de que los dos anteriores de la reanudación liguera su participación fuera escasa en minutos. Estuvo a un buen nivel, se llevó un coscorrón tras un choque con
B
orja Iglesias y salvó una jugada de peligro de Fekir. Fue providencial.
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