Fue una tarde llena de emoción la de este domingo en el estadio Diego Armando Maradona, donde Lorenzo Insigne disputó su último partido como jugador del Nápoles en dicho escenario, ya que ha fichado por el Toronto FC. Tuvo lugar una ceremonia en honor del extremo, quien dio el salto al primer equipo del Nápoles, procedente de las categorías inferiores, en 2010, aunque fue cedido a Cavese, Foggia y Pescara. Insigne no pudo contener las lágrimas y dijo después que “el amor por esta camiseta es para siempre, os echaré de menos cada día”. El Nápoles venció por 3-0 al Genoa.
El Nápoles logró con solvencia su tercera victoria seguida y el Genoa está con un pie en la Serie B, a falta de una jornada para el cierre de la temporada. El conjunto de Luciano Spalletti se quedó fuera de la lucha por el ‘scudetto’ hace tres semanas con dos tropiezos seguidos frente a la Roma y el Empoli. Pero tres triunfos seguidos le han asegurado la presencia en la próxima edición de la Champions.
El triunfo de este domingo tiene consecuencias para su rival. El Genoa está casi descendido. Penúltimo, tiene a la Salernitana a tres puntos pero necesita una carambola para permanecer en la Serie A. Dio un paso atrás ante el cuadro napolitano, una de sus últimas ocasiones y ante un rival que ya tenía sus objetivos cumplidos. Pero el Nápoles no flojeó. A la media hora, un centro al área de Giovanni Di Lorenzo fue cabeceado por el nigeriano Victor Osjmhen.
Sin reacción, el cuadro del alemán Alexander Blessin estuvo en manos del Nápoles, que hizo el segundo en el minuto 65, de penalti, firmado por Lorenzo Insigne, a la segunda. Falló el primero, pero el tiro se tuvo que repetir. Batió a Salvatore Sirigu.
La sentencia llegó a nueve minutos del final en una acción individual de Stanislav Lobotka, que había sustituido poco antes a Fabián Ruiz. El triunfo deja al Nápoles tercero a dos puntos del Inter, segundo, y a cuatro del Milan, líder. El Genoa es penúltimo, a uno del Cagliari, con un partido menos, y a tres de la Salernitana.