Un tornado provocó el lunes fuertes vientos, granizo del tamaño de pelotas de béisbol e intensas precipitaciones en la ciudad de Sterling, Texas, dejando escombros por todas partes, además de causar daños en una planta de energía eléctrica.
Tanto en Texas como en Louisiana se han reportado numerosos rescates debido a las inundaciones repentinas causadas por las torrenciales lluvias. En algunos lugares, el agua alcanzaba hasta un pie de alto.
Ambos estados, al igual que Kansas, han declarado estado de emergencia.
En Lake Charles, Louisiana, las carreteras se han convertido en ríos, dejando atrapados a muchos conductores. El agua ha inundado numerosas casas y edificios, y al menos 40,000 residentes se encontraban sin servicio eléctrico.
Las autoridades urgían a las personas a no manejar. Mientras, las cuadrillas de rescate continuaban buscando personas atrapadas.
Las víctimas estaban siendo llevadas a iglesias y refugios temporales donde pueden estar a salvo hasta que la situación mejore.
Los residentes se mostraron asombrados pues, según dicen, es la primera vez que viven algo tan terrible.
Entretanto, al oeste y norte del condado Dallas, se reportaron acumulados de cuatro a cinco pulgadas de lluvia en solo unas pocas horas.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió una advertencia de inundaciones repentinas. También se emitió un aviso de posibles inundaciones por el desborde de los ríos en varios condados del sureste de Texas.
Según los expertos, el martes había más agua y tormentas eléctricas en camino, por lo que los avisos continuarían en efecto hasta por lo menos la mañana del miércoles.
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