Interpol pide a Abu Dabi la detención inmediata del mercader de armas que acompaña al rey emérito



Juan Carlos I, el pasado 17 de diciembre, en una de sus últimas apariciones públicas en un partido de tenis en Abu Dabi.ALI HAIDER (EFE)

Interpol ha solicitado a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) la inmediata detención del mercader de armas hispanolibanés Abdul Rahman El Assir, asiduo acompañante de Juan Carlos I en ese país, sobre el que pesan desde 2019 dos órdenes de búsqueda y captura internacional, según señalaron a EL PAÍS fuentes policiales.

La orden de Interpol con nota roja (detención para extradición) tiene lugar días después de que una investigación de este periódico revelara que Abdul Rahman El Assir, de 71 años, desaparecido desde hace casi tres años y perseguido por las justicias española y francesa, se esconde en Abu Dabi, donde frecuenta desde hace meses al rey emérito en su residencia privada, según testimonios de testigos presenciales. La amistad entre El Assir y Juan Carlos I es conocida y se remonta a hace décadas.

La petición de Interpol la ha tramitado la oficina de esa organización en Madrid después de que la Brigada de Fugitivos de la Policía Nacional activara los canales de cooperación internacional tras conocer por EL PAÍS que el mercader de armas vive en Abu Dabi, país de 1,45 millones de habitantes, donde se desplaza con total libertad. La oficina de Interpol en la capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU) la ha trasladado, a su vez, a los grupos operativos de la policía de ese país.

Abdul Rahman El Assir, en una imagen de hace décadas.

La policía española, además, ha contactado con el agregado del Ministerio del Interior en la Embajada de España en Abu Dabi para que transmita a los servicios policiales de Emiratos Árabes Unidos el interés de las autoridades en la detención del fugado, según señalan fuentes policiales.

El Assir se esfumó el 4 de octubre de 2019, cuando había sido convocado por un juzgado madrileño para ser juzgado por un delito fiscal por un millonario fraude a Hacienda. La orden de detención e ingreso en prisión la dictó el tribunal de la Audiencia Provincial, el 6 de marzo de 2019, donde iba a ser juzgado y al que dio plantón hasta en cuatro ocasiones. La petición se trasladó a la Oficina Sirene en la que se activan y validan las descripciones de personas buscadas por las autoridades judiciales europeas para su detención a afectos de extradición.

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Las oficinas Sirene, creadas en todos los Estados firmantes del Acuerdo de Schengen, constituyen un mecanismo operativo de apoyo al Sistema de Información Schengen (SIS). En sus archivos se acumulan los nombres de centenares de personas reclamadas para su detención por los tribunales españoles.

En el sistema Sirene, figura también, la orden de búsqueda y detención para extradición contra El Assir dictada por la justicia francesa donde fue condenado en rebeldía por el Karachigate, un escándalo de corrupción y venta de armas en Pakistán. Está vigente desde mediados de 2020 y se le persigue por un delito financiero y contra la propiedad. Parte de las comisiones por la venta de submarinos financiaron la campaña, en 1995, a la presidencia de la república francesa del primer ministro, Édouard Balladur.

En Suiza, donde estableció su residencia en los últimos años, también ha dejado rastro. Debe 2,2 millones en impuestos, según publicó el medio suizo Bergen Zeitung.

“La orden de detención por rebeldía contra El Assir la dictó el tribunal y sigue vigente. Cuando se le localice se le pondrá a disposición del los jueces”, afirma un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. “Se acordó y anunció. Nada ha cambiado en este caso”, responde una fuente oficial de la Fiscalía que solicita contra el hispanolibanés una condena de ocho años de prisión, el pago de casi 90 millones y una indemnización a Hacienda de 14.784.602.

Para la acusación pública, este mercader de armas y comisionista internacional “omitió conscientemente” ganancias de más de 31 millones de euros y no hizo la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El fraude le facilitó no pagar 12,03 millones en 2002 y 2,7 millones en 2003.

El Assir frecuenta desde hace meses al rey emérito en su residencia privada de Abu Dabi. Testigos presenciales de estos encuentros interpretan que el mercader de armas está utilizando a Juan Carlos I como “escudo” para sortear sus problemas judiciales. La Casa Real y el abogado de Juan Carlos I declinaron hacer comentarios.

Paraíso de delincuentes internacionales

Emiratos Árabes Unidos pertenece a Interpol, al igual que la mayoría de países árabes, pero su colaboración no es tan activa como la de sus otros 194 socios. Es una incógnita la respuesta que darán las autoridades de ese país a la petición expresa de la policía española, reconocen las fuentes policiales consultadas. España preside la Red Europea de Equipos Activos de Búsqueda de Fugitivos, pero carece de influencia en los países árabes.

Dubái, una de las principales ciudades de EAU, es un ejemplo de falta de colaboración en la búsqueda de fugitivos de esta federación de siete emiratos. La Agencia Antidroga de EE UU (Drug Enforcement Administration) considera a esta ciudad como el paraíso para delincuentes y traficantes internacionales por la escasa colaboración de sus autoridades en la lucha contra la delincuencia internacional. “Para la DEA Dubai es actualmente el refugio de los tres principales narcotraficantes del mundo. La colaboración es muy difícil”, afirma una fuente policial.

El hispanolibanés El Assir se casó con Samira, hermana de Adnan Kashogui, el influyente traficante de armas saudí afincado en Marbella fallecido en 2017 y considerado entonces el hombre más rico del planeta. Samira estaba divorciada del empresario egipcio y fundador de los almacenes Harrods en Londres, Mohammed Al-Fayed, y con él tuvo a Dodi, que fue pareja de Diana de Gales. Tras su divorcio, El Assir contrajo matrimonio con María Fernández-Longoria, hija del embajador de España en Egipto, con la que ha tenido tres hijos y de la que está separado.

Gracias a su amistad con Juan Carlos I, El Assir asistió como invitado en 2004 a la boda del entonces príncipe Felipe de Borbón con Letizia Ortiz. En 2016, celebró la boda de una de sus hijas en la estación de esquí suiza de Gstaad y fletó un avión para los invitados, entre los que figuraban la hija de José María Aznar y su marido, Alejandro Agag, a cuyo enlace asistió en El Escorial, según reflejaron los medios del corazón.


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