WASHINGTON – Las autoridades estadounidenses han iniciado una investigación para determinar si los cinturones de seguridad del Tesla Model X sufren un defecto después de que dos usuarios denunciasen problemas en los asientos delanteros.
La investigación es la segunda que la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de EEUU (Nhtsa por sus siglas en inglés) inicia este mes para verificar los procesos de fabricación del fabricante de vehículos eléctricos de lujo.
La Oficina de Investigación de Defectos (OID) de la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de EEUU señaló que el posible defecto impide que el cinturón de seguridad quede anclado y se suelte.
Según documentos colgados en la web de la OID, el defecto parece ser un problema de fabricación ya que dos componentes de los cinturones de seguridad “no fueron conectados de forma apropiada durante el montaje”.
Los dos incidentes conocidos se produjeron en vehículos con escaso kilometraje.
OID señaló que el problema puede afectar a unas 50,000 unidades del Model X de los años 2022 y 2023.
La agencia federal investigará ahora los procesos de fabricación de Tesla para determinar la frecuencia con que se produce el problema y a cuántas unidades afecta.
La investigación puede provocar que las autoridades federales ordenen una llamada a revisión para solucionar el problema.
A principios de marzo, la OID inició otra investigación después de que los volantes de dos Tesla Model Y de 2023 se desprendiesen por la ausencia del tornillo que los mantiene fijos a la columna de dirección.
El auto marca Tesla en el que iban a bordo las víctimas cayó a 250 pies de altura.
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