Irán ha ejecutado este jueves al primer detenido oficialmente condenado a muerte por un presunto delito derivado de las protestas que se sacuden el país desde la muerte bajo custodia policial, el pasado 16 de septiembre, de la joven Mahsa Amini, arrestada por llevar mal colocado el velo.
El prisionero, que la agencia semioficial Tasnim ha identificado como Mohsen Shekari sin dar más detalles, ha sido condenado por apuñalar por la espalda “intencionalmente” a un miembro de la fuerza paramilitar Basij y bloquear el bulevar Sattar Khan en la capital, Teherán, el pasado 25 de septiembre.
Las autoridades iraníes rechazaron la apelación del abogado del preso al considerar que “no es válida ni justificada”, ya que el reo ahora ejecutado era culpable, según su dictamen, de “crímenes de guerra” al bloquear la calle, amenazar con armas y enfrentarse a los agentes. El Tribunal Supremo de Irán, que calificó las acciones del manifestante como un “ejemplo de hipocresía”, ha aprobado en la mañana de este jueves la sentencia y la ha ejecutado inmediatamente. Los magistrados se han apoyado en supuestas declaraciones de testigos del incidente, que habrían asegurado que las personas presentes estaban muy asustadas por la presencia del manifestante armado.
Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la ONG Iran Human Rights, ha augurado que se producirán “ejecuciones diarias de manifestantes”, a no ser que las autoridades iraníes tengan que enfrentarse “a rápidas consecuencias prácticas a nivel internacional”, según ha destacado en un mensaje publicado en Twitter. También el ministro de Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, ha denunciado la ejecución en un mensaje publicado en la misma red social. “El mundo no puede pasar por alto la abominable violencia cometida por el régimen iraní contra su propio pueblo”, ha señalado. También Alemania ha reaccionado: “El desprecio del régimen iraní por la humanidad es ilimitado”. “Pero la amenaza de ejecución no sofocará el deseo de libertad de la gente del pueblo”, destacó la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, en Twitter. Francia, por su parte, señaló que “esta ejecución se suma a otras graves y violaciones inaceptables”, según destacó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Las autoridades iraníes anunciaron a principios de semana que cinco personas habían sido condenadas a muerte por su implicación en la muerte del miembro de la milicia Basij Rouhollah Ajamian, en un veredicto que todavía pueden apelar. El portavoz del Departamento de Justicia de Irán explicó que otras 11 personas, entre ellas tres menores, habían sido condenadas por el mismo delito a “largas penas” de prisión, según informó la agencia iraní ISNA.
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La Guardia Revolucionaria reaccionó a este anuncio con un elogio a la firme postura del poder judicial, al que alentó a emitir sentencias rápidas y decisivas para los acusados de “crímenes contra la seguridad de la nación y el islam”. Según Amnistía Internacional, al menos otras 21 personas, entre ellas una mujer, afrontan cargos que podrían llevarlos al patíbulo. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha señalado que el número de personas ejecutadas en el país superó los 400 en septiembre por primera vez en cinco años.
Disparo de perdigones a los genitales de las mujeres
Además, según una investigación publicada este jueves por The Guardian, las fuerzas de seguridad iraníes disparan a las mujeres en las protestas en la cara, pechos y genitales. Médicos y enfermos que atienden en secreto a las víctimas para evitar detenciones, explica el diario británico, han observado que las mujeres llegan con otras heridas de perdigones que los hombres, que suelen presentar las heridas en piernas, nalgas y espalda. Un médico de la provincia de Isfahan, en el centro del país, dijo que creía que las autoridades atacaban a hombres y mujeres de distinta manera porque quieren “destruir la belleza de estas mujeres”.
“Atendí a una mujer de unos 20 años que recibió dos perdigones en los genitales. Otros diez perdigones estaban alojados en la cara interna del muslo. Los 10 perdigones se extrajeron con facilidad, pero los dos restantes supusieron todo un reto, porque estaban encajados entre la uretra y el orificio vaginal”, explica el médico, según The Guardian. “Había un grave riesgo de infección vaginal, así que le pedí que acudiera a un ginecólogo de confianza. Dijo que estaba protestando cuando un grupo de unos 10 agentes de seguridad la rodearon y le dispararon en los genitales y los muslos”, relató el médico bajo petición de anonimato para evitar represalias.
Otro médico sostuvo que las fuerzas de seguridad disparan a “la cara y a las partes íntimas del cuerpo de las mujeres” porque tienen “complejo de inferioridad”. “Y quieren deshacerse de sus complejos sexuales haciendo daño a estas jóvenes”, añadió.
La hermana de Jamenei: “Mi hermano no escucha la voz de la gente”
En una carta hecha pública este miércoles, Badri Hoseini Jamenei, hermana del líder supremo de Irán, Ali Jamenei, asegura que espera “ver pronto la victoria del pueblo y el derrocamiento de esta tiranía que gobierna Irán”. “El régimen de la República Islámica de Jomeini y Ali Jamenei no ha traído más que sufrimiento y opresión a Irán y a los iraníes. El pueblo de Irán merece libertad y prosperidad, y su levantamiento es legítimo y necesario para lograr sus derechos”, señala la misiva. La hermana de Jamenei reside en Teherán, pero la carta ha sido publicada a través de su hijo Mahmoud Moradkhani, quien se encuentra actualmente en Francia.
“Mi hermano no escucha la voz de la gente y considera erróneamente que la voz de sus mercenarios y acaparadores de dinero es la voz del pueblo iraní. (…) Me opongo a las acciones de mi hermano y expreso mi simpatía por todas las madres que lloran los crímenes del régimen de la República Islámica, desde la época de [el ayatola] Jomeini hasta la era actual del califato despótico de Ali Jamenei”, añade. “La Guardia Revolucionaria y los mercenarios de Ali Jamenei deben deponer las armas lo antes posible y unirse al pueblo antes de que sea demasiado tarde. Que la lucha legítima del pueblo para lograr la libertad y la democracia se realice lo antes posible”, subraya.
La hija de Badri y sobrina de Jamenei, Farideh Moradkhani, fue detenida a finales de noviembre por criticar al líder iraní y la represión durante las protestas y ha estado en prisión en el pasado por su activismo contra la República Islámica. También el marido de Badri, Ali Tehrani, ha pasado largos periodos en la cárcel por sus actividades contra el régimen.
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