Irán y Arabia Saudí han anunciado este viernes el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, rotas por Riad en 2016 tras el asalto de la Embajada saudí en Teherán por parte de una turba de iraníes. “La República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudí han decidido reanudar sus relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas en dos meses”, reza el comunicado conjunto de las dos grandes potencias chií y suní, respectivamente, de Oriente Próximo. Al texto se ha sumado China, el país bajo cuyos auspicios se ha firmado el deshielo entre los países. El enfrentamiento de ambos Estados ha tenido repercusiones en los conflictos regionales en Siria, Líbano o Yemen.
Los dos países han acordado respetar la soberanía de los Estados, no interferir en asuntos internos y reactivar un acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado el 17 de abril 2001, según el comunicado conjunto, difundido por los medios estatales, tanto saudíes como de la República Islámica de Irán. La agencia oficial iraní IRNA cita también la reanudación de un acuerdo general entre ambos territorios, alcanzado el 27 de mayo de 1998, “destinado a fomentar los lazos en los ámbitos económico, comercial, de inversión, técnico, científico, cultural, deportivo y de la juventud”.
Las relaciones entre la monarquía saudí, que se atribuye el liderazgo del islam suní, y el régimen iraní, convertido en adalid del islam chií, arrastraban ya, antes de la ruptura en 2016, una larga historia de rivalidad. Pero se interrumpieron por completo a principios de ese año a raíz de la ejecución en el reino saudí del jeque Nimr al Nimr, considerado como el clérigo con mayor influencia sobre la minoría chií en ese país, que había sido condenado a muerte por “terrorismo” y “sedición”. Tras su ejecución, una turba asaltó y prendió fuego a la Embajada saudí en Teherán. Riad respondió retirando a su embajador, una medida que fue imitada por los iraníes. Otros países del golfo Pérsico, como Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Baréin, enfriaron también sus lazos diplomáticos con Teherán para apoyar a Riad.
Según IRNA, Ali Shamjaní, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, viajó a Pekín el lunes “para mantener intensas negociaciones con su homólogo saudí en China destinadas a resolver definitivamente las diferencias entre Teherán y Riad”. Según otro medio iraní, la agencia semioficial Tasnim, Shanjaní tuvo como interlocutor al consejero de Seguridad Nacional saudí, Musaid Al Aiban.
Manifestantes iraníes sostienen imágenes del clérigo chií Nimr al-Nimr , durante una manifestación en contra de su ejecución, que precipitó la ruptura de relaciones diplomáticas, ante la Embajada saudí en Teherán, en 2016.Raheb Homavandi (REUTERS)
“Las relaciones entre Teherán y Riad conducirán al desarrollo de la estabilidad y seguridad regional e incrementarán la cooperación entre los países del golfo Pérsico y el mundo islámico para hacer frente a los retos existentes”, declaró tras la firma del acuerdo Shamjaní, según la televisión oficial iraní Presstv.
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El ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir-Abdollahian, celebró, por su parte, en un tuit “la vuelta a las relaciones normales” entre su país y Arabia Saudí, que, recalcó, ofrece “grandes oportunidades para ambos países, la región y el mundo musulmán. Abdollahian añadió que su ministerio “lanzará de forma activa otras iniciativas regionales”, sin ofrecer más detalles.
El jefe de la diplomacia iraní y su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, tienen previsto mantener una reunión en los próximos días para discutir la reapertura de sus embajadas y la acreditación de sus nuevos embajadores, según IRNA.
Desde abril de 2021, Irak había acogido una serie de reuniones entre funcionarios de seguridad de las dos potencias rivales para acercar a los dos países. En su comunicado conjunto con China, Irán y Arabia Saudí “agradecen a la República de Irak y al Sultanato de Omán por acoger las conversaciones entre ambas partes en 2021 y 2022, así como a los dirigentes y al Gobierno de la República Popular China por acoger y apoyar las conversaciones”. El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, también se ha congratulado por lo que definió como la “victoria del diálogo” entre Arabia Saudí e Irán. También ha remarcado la “buena fe” y la “confianza” que Pekín ha aportado al acuerdo.
Estados Unidos ha respondido al anuncio del pacto afirmando que estaba al tanto de las conversaciones mantenidas. “Los saudíes nos mantuvieron informados, pero no hemos estado directamente implicados”, según John Kirby, portavoz de la Casa Blanca. Kirby expresó luego dudas de que Irán vaya a cumplir a largo plazo el acuerdo con Arabia Saudí, informa desde Washington Macarena Vidal Liy.
Las reacciones regionales
Teherán y Riad apoyan a contendientes rivales en varios conflictos de la región, especialmente los de Yemen, Líbano y Siria. Irán tiene una gran influencia en Irak y Líbano y apoya militarmente al régimen de Bachar el Asad en Siria y a los huthíes en Yemen. Algunos de estos actores regionales han reaccionado de forma positiva al anuncio del restablecimiento de relaciones, en ciertos casos, con matices. Hasán Nasralá, líder del poderoso grupo armado libanés Hezbolá, ha definido la noticia como un “buen avance”, no sin puntualizar que su movimiento tiene “plena confianza” en que ese acercamiento entre ambos países no se hará realidad “a su costa”, en aparente alusión al apoyo del que goza por parte de Teherán.
Mohamed Abdulsalam, el negociador jefe del movimiento hutí de Yemen, que también cuenta con el respaldo de Irán, se ha congratulado a su vez por el pacto. “La región necesita la reanudación de lazos normales entre sus países para que la nación islámica recupere la seguridad perdida a causa de la injerencia extranjera”, aseguró.
El primer ministro catarí, Sheikh Hamad bin Jassim al Thani, que también ejerce de titular de Asuntos Exteriores, ha llamado, por su parte, a los ministros de Asuntos Exteriores de Irán y Arabia Saudí para felicitarles por su compromiso de recuperar las relaciones bilaterales, mientras que Anwar Gargash, asesor diplomático del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, ha valorado el pacto en un tuit en el que afirma que su país acoge “con satisfacción el acuerdo” y saluda el papel que en él ha tenido China. La agencia estatal de noticias de Irak ha difundido un despacho en la que asegura que su país celebra que Irán y Arabia Saudí hayan “pasado página”, mientras que el Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores ha formulado su esperanza de que este compromiso contribuya a reducir las tensiones regionales.
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