WASHINGTON — La seguridad fronteriza es irónicamente una de las funciones del Gobierno de Estados Unidos más afectadas por el cierre parcial de la Administración que persiste por la insistencia del presidente Donald Trump en que el Congreso apruebe una millonaria financiación para el muro en la frontera con México.
Mientras la atención se divide entre la Casa Blanca y los líderes demócratas, funcionarios, abogados especializados y expertos han advertido a medios locales sobre posibles demoras en procesos judiciales relacionados con migración o de la situación de los agentes de la Patrulla Fronteriza y de seguridad de los aeropuertos que deben trabajar sin recibir remuneración.
E-Verify, el sistema consultado por numerosas empresas para evitar contratar indocumentados, no está disponible, al tiempo que la lista de funciones en suspenso aumenta con el paso de los días y abarca desde la no publicación de datos agrícolas hasta el cierre de atracciones como parques, museos y zoológicos.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), Tyler Houlton, descartó que las operaciones de seguridad en los aeropuertos se hayan visto afectadas por el presunto aumento de permisos por enfermedad de los empleados.
El funcionario reaccionó así a un informe difundido por la cadena CNN, según el cual centenares de trabajadores de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) han informado en sus trabajos de su ausencia por enfermedad.
El canal CNN, que cita a funcionarios de TSA y del sindicato de empleados de esa agencia, advirtió de esta situación en los aeropuertos John F. Kennedy de Nueva York, Dallas-Fort Worth, así como Charlotte y Raleigh-Durham, de Carolina del Norte.
Houlton señaló que se trata de una “noticia falsa” y de una tergiversación de las estadísticas.
Un portavoz de TSA citado por la publicación The Hill admitió un aumento de las ausencias, que atribuyó en algunos casos a que los empleados no pueden pagar el cuidado de sus niños.
La fuente descartó que la seguridad en los aeropuertos se vea afectada e incluso destacó que un 99.8 % de los más de 2.2 millones de pasajeros que se movilizaron el jueves esperaron menos de 30 minutos en las revisiones.
También agentes de la Patrulla Fronteriza dedicados a custodiar la frontera suroeste y de inmigración están trabajando sin recibir su pago.
“Están molestos y tienen miedo”, ilustró el presidente del Sindicato de Empleados del Tesoro Nacional, Tony Reardon, citado por la Radio Pública Nacional (NPR, en sus siglas en inglés) y quien representa a unos 30,000 oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza.
Reardon lamentó que estos oficiales estén haciendo su trabajo por el país, sin saber si podrán llevar comida a su mesa.
Desde el pasado 22 de diciembre, el Gobierno de Trump enfrenta su tercer cierre parcial administrativo en tanto que persiste el desacuerdo con los demócratas en torno al presupuesto.
Trump reclama que el proyecto de presupuestos incluya una partida de más de $5,000 millones de dólares para financiar el muro entre su país y México, lo que ha sido rechazado por los demócratas, que desde el jueves retomaron la mayoría en la Cámara de Representantes.
La parálisis alcanza también uno de los temas sensibles para el Gobierno de Trump, la migración, ya que gran parte de los tribunales encargados del tema están cerrados.
La juez de migración y vicepresidenta de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración, Amiena Khan, consideró una “tremenda ironía” que el sistema se vea afectado por un cierre que busca aumentar la seguridad fronteriza, según declaraciones recogidas por ABC.
Y los damnificados crecen, ya que la sequía de recursos, según medios locales, ha obligado a paralizar algunas funciones del Departamento de Agricultura, de la Comisión Federal de Comunicaciones, de la Administración de Pequeños Negocios, así como atractivos turísticos aparentemente ajenos a la disputa política.