Las malas noticias se amontonaban ayer para los Nets. Además de la convincente victoria de los Bucks, los de Brooklyn perdieron a una de sus piezas más importantes en una acción fortuita. Kyrie Irving cayó mal tras un salto y sufrió un esguince de tobillo que le obligó a dejar la cancha.
Las primeras pruebas de radiología fueron negativas pero Irving tuvo que marcharse del pabellón con muletas y sin poder apoyar el pie.
Esta baja se suma a la conocida de James Harden, otra estrella del equipo de Steve Nash que se ha perdido los últimos encuentros por molestias físicas. Los Nets tienen al escolta entre algodones por ahora.
El siguiente encuentro de la serie se disputa el martes en Brooklyn, con la eliminatoria empatada a dos. Los Bucks, en caso de que ninguno de los dos lesionados puedan estar, deberán aprovecharse de las bajas del rival para dar un golpe en la mesa y arrebatar a los Nets el factor cancha.
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