El ‘hype’ es real. Los Brooklyn Nets han arrancado la temporada metiendo miedo en la Conferencia Este gracias al tremendo rendimiento de su recién estrenada dupla estelar. Con Kyrie Irving desbocado y un Kevin Durant añejo, los neoyorquinos se merendaron a los Boston Celtics en un auténtico festín de Navidad. El resultado es cristalino: 95-123.
Irving, con 37 puntos y una espectacular demostración de puntería desde el perímetro (7-10 en triples), lideró la contienda a la chita callando, y es que los Nets se congratularon en primer lugar del excelente rendimiento de KD. El alero, que apenas acaba de regresar tras 18 meses de inactividad, ejerció de martillo pilón contra Boston en un tercer cuarto revelador: 16 de sus 29 puntos y una agresividad que recordaron a sus mejores épocas con los colores de los Thunder y los Warriors.
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De poco sirvieron las canastas espectaculares de Jayson Tatum o la persistencia de Jaylen Brown, los únicos referentes en unos Celtics que todavía transmiten muchas dudas en el apartado coral. Tatum sumó 20 puntos y 8 rebotes, mientras que Brown acabó con 27 tantos. El tercer Celtic en aportación anotadora fue Marcus Smart, con 13 puntos, mientras que el resto se quedó por debajo de los dobles dígitos.
El Aquiles de KD parece ya cosa del pasado, y su tremendo tercer cuarto resultó imparable a pesar de los cambios de esquema de Brad Stevens. Además, claro, si Durant no podía salirse con la suya, allí estaba Irving para ejecutar. 30 de los 35 puntos de Brooklyn en el tercer cuarto estuvieron generados por el maravilloso dúo.
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Ya en el cuarto final, llegó el análisis más preocupante. Con Caris Levert (10) y la segunda unidad bien engrasada, los Nets arrasaron a los finalistas del Este del curso pasado sin contemplaciones. Con dos partidos quedan bien claras las intenciones de la plantilla de Steve Nash: dar guerra sin complejos en su conferencia.
Hay todavía agujeros en los Nets, que vistiendo un uniforme con tintes de Basquiat, juegan un baloncesto entretenido y que a final de curso podría elevarse a forma de arte hasta por los más críticos. Para ello, el encaje de Spencer Dinwiddie (6), un jugador con potencial de All Star, deberá ser resuelto en los meses que vienen; también las pérdidas: 35 en dos encuentros.
Son detalles a pulir, detalles que no importan cuando tienes un curso entero para trabajar en ello y dos tipos que pueden solucionar con su calidad cualquier encuentro. Lo importante es que Durant e Irving conectan y parecen haber olvidado que llevan un par de años entre algodones. Es el mejor regalo de Navidad para la afición de Brooklyn.
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