El novillero mexicano Isaac Fonseca se ha proclamado triunfador de la Liga Nacional de Novilladas tras cortar tres orejas en el festejo final del ciclo, celebrado en la localidad madrileña de Moralzarzal.
Fonseca salió a hombros con todos los merecimientos, pues si bien es cierto que sus novillos le permitieron demostrar sus buenas condiciones toreras, ofreció una lección de valentía, entrega y ambición, se jugó el tipo de principio a fin, sufrió tres volteretas a cual más espectacular, pero nada le impidió pasear tres justas orejas que lo convirtieron en el ganador del certamen organizado por la Fundación Toro de Lidia, y en el que han participado 33 novilleros.
La novillada de El Torreón no fue la más adecuada para una final; novillos muy blandos, tan nobles que parecían bobos, y sosos en exceso no fueron los mejores oponentes para una competición cabal entre los cuatro mejores novilleros de esta liga. La organización se equivocó en la elección del ganado, e impidió un espectáculo emocionante entre los triunfadores.
Los cuatro, Diosleguarde, Martínez, Fonseca y Perera, guardan en su corazón buenos mimbres toreros, y ojalá el futuro les depare la justicia que merecen por su capacidad, esfuerzo y sacrificio.
Destacó Fonseca por sus indudables cualidades, pero también porque se enfrentó al mejor lote: su primero, el único novillo codicioso de los titulares y un sobrero de Victoriano del Río, abierto de pitones, que empujó en el caballo, acudió largo en banderillas, repitió con fiereza en el tercio final y mereció el honor de la vuelta al ruedo.
Con ambos se mostró Fonseca como un novillero muy valeroso y de ilimitada ambición para alcanzar el triunfo. En los dos se lució muy variado con el capote, y se fajó con su primero de modo un tanto embarullado, pero desbordante de pundonor. Emocionó a los tendidos con el sobrero, que exigía una muleta poderosa, y la escasa experiencia del torero la suplió con una entrega extraordinaria. La faena no fue templada ni artística por el ímpetu del animal, pero el novillero paseó las dos orejas con toda justicia.
Manuel Diosleguarde tiene madera de torero y un horizonte prometedor, pero su lote no le permitió más que estar airoso y trazar detalles de buen gusto.
Jorge Martínez torea muy bien con capote y muleta. Nada pudo hacer ante su inválido primero, y desgranó torería ante el primer sobrero. Pero cuando tenía el triunfo en sus manos lo echó por tierra con un pésimo manejo del estoque.
Y Perera, que no había podido demostrar más que muchas ganas ante el soso que hizo cuarto, salió a por todas tras el triunfo del mexicano; pero el novillo que cerró plaza, tan noble y tonto como los demás, acabó pronto con sus ilusiones.
El Torreón/Diosleguarde, Martínez, Fonseca, Perera
Novillos de El Torreón, -devueltos el sexto y el séptimo- correctos de presentación, mansurrones, muy blandos y muy nobles. Primer sobrero, del mismo hierro, encastado y con clase; segundo sobrero, de Victoriano del Río, bravo, fiero y encastado, fue premiado con la vuelta al ruedo.
Manuel Diosleguarde: estocada (oreja); media estocada en los costillares y pinchazo hondo (ovación).
Jorge Martínez: pinchazo y estocada contraria (palmas) dos pinchazos _aviso_, seis pinchazos _2º aviso_ y cinco descabellos (silencio).
Isaac Fonseca: estocada baja (oreja); estocada (dos orejas).
Manuel Perera: dos pinchazos y estocada delantera (silencio); pinchazo _aviso_ y estocada (silencio).
Plaza de toros de Moralzarzal (Madrid). 6 de noviembre. Final de la Liga Nacional de Novilladas. Más de media entrada.
Source link