La Real sale de Vigo colíder, a la espera de lo que haga el Granada, y con 19 puntos en su casillero después de lograr la victoria en Balaídos gracias a un gran gol de Isak en el minuto 82. El sueco rentabilizó, con una gran maniobra tras el pase de Odegaard, la superioridad numérica de la que disfrutó el conjunto txuri urdin desde que en el minuto 65 fue expulsado Cheikh.
La doble amarilla al centrocampista vigués cambió un encuentro en el que el Celta hizo sufrir a los guipuzcoanos en los minutos finales del primer acto y en los primeros del segundo y en el que los realistas, sin realizar un fútbol brillante, se llevaron una victoria trascendental, de esas que permiten dar el salto de calidad en las aspiraciones al final de temporada.
Imanol
Alguacil hizo lo esperado: introducir a Llorente en el ‘once’ y huyó de las extravagancias. Jugó cada uno en su sitio. Zubeldia lo hizo de pivote y Le
Normand acompañó al de Leganés en el eje de la zaga. La continuidad de Remiro en el arco fue lo más llamativo de una alineación que empieza a recitarse de memoria: Zaldua y Monreal ocuparon los laterales y por delante de Zubeldia se situaron Merino, Odegaard, Portu, Willian
José y Oyarzabal.
Era un equipo para mandar y con esa idea ingresó la Real en el terreno de juego. Los guipuzcoanos, sin realizar un juego brillante, sí que lograron tener la iniciativa durante los primeros compases del encuentro, en los que llegaban combinando con sencillez a la línea de tres cuartos. A partir de ahí, eso sí, a los realistas les costaba encontrar el pase decisivo. Odegaard en el minuto 9 lo intentó desde fuera del área tras un ‘slalom’, pero las jugadas más claras de la Real no fueron finalizadas, como una bonita combinación entre Monreal, Oyarzabal y Merino que terminó con una dejada de Portu que no encontró destinatario. O una penetración de Zaldua por la derecha que terminó en córner, sin hallar rematador, pese a que Monreal se desgañitaba en el segundo palo pidiendo la pelota porque estaba solo. Era el minuto 27 y para entonces el Celta ya le estaba dando la vuelta a la tortilla y empezaba a pasar más minutos en el campo de la Real.
Fruto de ese despertar vigués llegaron las primeras ocasiones locales, mucho más claras que las que dispuso la Real en ese primer acto. Primero fue Santi
Mina quien remató ante Le
Normand a la salida de un córner. Su cabezazo se fue fuera por tan pocos centímetros que tocó la cara exterior del poste. El propio delantero celtiña falló de manera incomprensible otro testarazo cuando se encontraba solo al borde del área pequeña. Olaza se la puso en la cabeza después de un cambio de juego de Iago
Aspas. Era el minuto 41, pero los gallegos aún tendrían tiempo de fabricar otra ocasión merced a un disparo potente de Brais
Méndez que olía a gol. Monreal puso la puntera para desviar el cuero a saque de esquina.
En ese contexto de ciertas apreturas, la Real agradeció el pitido final del primer tiempo.
No varió demasiado el encuentro en los primeros compases de la segunda. El Celta llevaba la iniciativa, aunque esta vez sin crear peligro. Pero una jugada en el minuto 65 lo cambiaría todo. Zubeldia se anticipó a Cheikh para robar en el centro del campo y el centrocampista celtiña, que sólo seis minutos antes había visto la primera tarjeta, llegó tarde y zancadilleó al de Azkoitia. No había dudas. Segunda amarilla y a la calle.
El escenario era radicalmente distinto ahora. Escribá llamó al repliegue de los suyos y ahora era la Real, quien contra diez, tenía que encontrar la manera de penetrar en la zaga celtiña. Imanol no se volvió loco. Sólo cambió hombre por hombre. Quitó a Willian
José y metió a Isak. El Celta cerraba bien por dentro, pero no contaba con que la Real este año tiene un jugador con mira telescópica. Odegaard encontró un pasillo entre varias piernas celestes para poner un balón interior a Isak. El sueco hizo mejor aún la asistencia cuerpeando de maravilla para salir orientado para disparar con la izquierda ante la salida de Rubén
Blanco. El gol en el minuto 82 dejaba a la Real rozando la victoria con la yema de los dedos.
Isak, que firmó una actuación de gran categoría y trascendencia en menos de 20 minutos, pudo hacer el segundo con un chut que rebotó en Rubén y Sangalli también la tuvo tras otro pase interior de Odegaard. El gol de la tranquilidad no llegó, aunque la Real no sufrió demasiado para contener los últimos chispazos vigueses en los minutos finales.
Disfruta aquí del resumen completo del Celta – Real Sociedad:
FICHA TÉCNICA:
Celta de Vigo, 0
Rubén; Hugo Mallo, Aidoo, Araujo (Sáenz, min. 59), Olaza; Lobotka (Fernández, min. 84), Cheikh, Brais Méndez, Denis Suárez (Fran Beltrán, min. 68); Aspas y Santi Mina
Real Sociedad, 1
Remiro; Zaldua, Le Normand, Llorente, Monreal; Zubeldia, Merino, Odegaard; Portu (Barrenetxea, min. 93), Willian José (Isak, min.73) , Oyarzabal (Sangalli, min. 85).
Goles: 0-1: Isak (Min. 82)
Árbitro: Pizarro Gómez. Expulsó a Cheikh por doble amarilla en el minuto 65. Amonestó a Hugo Mallo, Zubeldia, Aspas y Oyarzabal.
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