Alexander
Isak llegó y besó el santo en Vigo, al igual que en Cornellà. Ocho minutos después de saltar al campo sustituyendo a Willian
José, recibió el balón en la frontal del área de espaldas a la portería, aguantó la tarascada de Aidoo, se coló entre el central céltico y Fran
Beltrán, se giró y engatilló con la zurda ceñido al palo a media altura. Un golazo que valió un triunfo.
El propio delantero relata así su hazaña en los micrófonos de ‘BeIN Sports’: “Entré con 0-0 y tuve la suerte de marcar un gol”, celebra. Prioriza el hecho de ganar al de marcar y admite que “quiero que las cosas salgan bien para el equipo, por supuesto, pero al mismo tiempo quiero jugar y marcar; así que estoy feliz”.
Quiere jugar más
Ha intervenido en todos los partidos, pero sólo en uno fue titular, contra el Getafe en casa. Lo que le falta ahora es tener un punto más de protagonismo. “Si tengo la oportunidad, tengo que pelear y así demostrar que debería jugar más”, dice. No obstante, no olvida la autocrítica: “Puedo hacerlo mejor”, reconoce.
Isak resolvió un encuentro igualado, decantado por su gol partita: “Fue un partido apretado con pocas oportunidades, pero lo hicimos bien y aprovechamos la ventaja”, analiza el delantero sueco de origen eritreo. El destino de la Real esta temporada está escrito cuando sólo ha pasado un cuarto de Liga: “Ahora estamos en tercer lugar y continuaremos peleando por los puestos de Europa”, afirma el realista.
El nórdico forma una dupla de lujo con otro futbolista escandinavo como Martin
Odegaard, que también tiene 20 años y que le ha asistido en sus dos goles en la Liga. Entre ellos hablan en el idioma natural de Isak: “Él entiende bien el sueco. Es mucho mejor que mi noruego”, dice el goleador de ayer. Y lo remata con sorna: “Puedo mejorar en ese aspecto”. En todo caso, el delantero agradece tener cerca al noruego: “Es bueno para mí tener a alguien con quien hablar sueco. Nos entendemos bien”.
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