La inminente marcha de Odegaard al Arsenal en busca de minutos, debilita al equipo en cuanto a efectivos pero fortalece a Isco en su afán por recuperar protagonismo. El malagueño, que lleva varios meses ‘coqueteando’ con una salida, parece que ahora, con más espacio en la plantilla, podría tener la enésima oportunidad para demostrar a Zidane que su aportación al equipo puede ser mayor.
En lo que va de mes y, por tanto, de 2021, Isco ha jugado 126 minutos repartidos en tres de los cuatro partidos que ha jugado el Real Madrid. Fue titular en el ‘Alcoyanazo’ y suplente con minutos ante Osasuna (0-0) y Alavés (1-4) y se quedó sin jugar en las semifinales de la Supercopa de España ante el Athletic Club (1-2).
El equipo necesita su versión más intervencionista
Pero lo que Zidane le demanda a Isco para que coja relevancia en el equipo son hechos. Goles, asistencias, pases claves. El malagueño es un jugador idóneo para desatascar los partidos que más le cuestan ganar al Real Madrid y eso es lo que no se está viendo en sus participaciones.
Cuando juega, Isco pide el balón y no se esconde pero sus acciones no trascienden más allá como sí lo hacían antaño cuando fue parte del equipo campeón de las tres Champions consecutivas con Zidane.
Y es que esa versión es la que se espera de Isco. Habrá que ver si la marcha de Odegaard y la necesidad de los blancos para cuando lleguen los partidos trampa le hacen a Isco volver a ser el Isco que enamoró al madridismo y no el que es ahora, el cual provoca la deseperación de algún sector de la afición.
Source link