Tal día como hoy, 3 de julio, de 2013, Isco fue presentado en el Santiago Bernabéu como nuevo jugador del Real Madrid. El andaluz llegaba del Málaga donde era la estrella y tras completar una gran Eurocopa Sub-21 que ganó España con él como uno de los líderes de aquel equipo.
El fichaje de Isco fue uno de los fichajes estrellas de un Madrid que quería españolizarse. Sí, ese mismo verano llegaron al club blanco Illarramendi y Carvajal, recuperado del Leverkusen. Aunque el fichaje estrella fue el de Bale.
Isco llegó al Madrid con 21 años y ha vivido muchas luces y sombras teniendo que reinventarse casi cada temporada. En su primera temporada, de la mano de Ancelott
i, ganó Copa y Champions, aunque siempre fue más un revulsivo que un jugador titular. Y es que al andaluz le ha costado mucho ser fijo en el once para todos los entrenadores que ha tenido en el Madrid. Tuvo que aprender a sacrificarse más en defensa para ser indispensable y lo consiguió con Zidane quitándole el sitio a James y aprovechando las oportunidades que tuvo por las lesiones de sus compañeros.
Con Zidane ha vivido sus mejores momentos y Lopetegui lo consideraba clave en el equipo. Algo que no pasó con Benítez ni tampoco con Solari con el que tuvo algunos roces que provocaron que se quedara en la grada más de un partido.
Esta temporada, a Isco le toca volver a empezar con Zidane en el banquillo tras una campaña, la anterior, para olvidar. El francés cuenta con él, pero lo cierto es que si el club recibe una buena oferta por él y el jugador quiere irse, se le abrirán las puertas del Bernabéu. Algo que en estos momentos, Isco no contempla de ninguna manera a pesar de ser consciente que la llegada de Hazard le va a llevar al banquillo.
En esos seis años, Isco ha ganado con el Real Madrid cuatro Champions, una Liga, una Copa del Rey, tres Supercopas de Europa, una Supercopa de España y cuatro Mundiales de Clubs.
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