El Real Madrid ya está casi a pleno rendimiento con la vista puesta en el partido contra el Eibar que ponga fin a tres meses de inactividad competitiva. Tras dos meses de trabajo individual en casa durante el confinamiento, los jugadores del equipo blanco ya se han puesto a las órdenes de Zinedine Zidane para ir afilando los cuchillos de cara a la puesta de largo en el Alfredo Di Stéfano que se producirá dentro de dos semanas. El objetivo de la plantilla es recobrar las buenas sensaciones que se habían mostrado en las semanas previas al parón a excepción de las derrotas frente al Manchester City (1-2) y Betis (2-1).
Uno de los jugadores más destacados en la etapa ‘pre covid-19’ fue Isco Alarcón, que no estuvo presente en el partido del Benito Villamarín que devolvió al Madrid a la segunda posición de tabla clasificatoria. El futbolista malagueño, a diferencia de lo que le ha ocurrido con otros entrenadores desde su llegada al Santiago Bernabéu en 2013, siempre ha contado con la confianza de Zinedine Zidane.
A pesar de que no goza del estatus de titular indiscutible y de las lesiones musculares que ha sufrido a lo largo del curso (es el décimo cuarto jugador de la plantilla en minutos jugados en LaLiga), el técnico francés ha empleado a Isco en varias posiciones y lo utiliza como recurso ofensivo cuando hay rotaciones o lesiones. En total, Isco ha participado 23 partidos este curso, ha jugado 1.300 minutos y ha marcado 3 goles.
Algunos de los mejores partidos del Real Madrid, en todo caso, han coincidido con la presencia de Isco en el equipo, como ocurrió en la victoria contra el Barcelona en el Clásico (2-0) o en el empate contra el PSG en la fase de grupos de la Champions. También en los días más aciagos sobresalió el de Arroyo de la Miel, especialmente en la derrota contra el Manchester City en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones donde marcó el tanto que da esperanza al Madrid para remontar en la vuelta.
El parón por el virus, sin embargo, obliga a Isco a volver al punto de partida para intentar ganarse de nuevo un sitio en el once de Zinedine Zidane. El futbolista malagueño, que no destaca por su físico, suele tardar más que algunos de sus compañeros en recuperar su mejor forma y este factor podría restarle protagonismo en los primeros partidos. Por el momento, ha tenido molestias musculares que le impidieron participar en algún entrenamiento de esta semana.
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