En febrero del año pasado, semanas después del Dakar, Isidre Esteve atendía a la llamada de MD. Se dirigía a Madrid para hablar con sus patrocinadores para conseguir un T1+, un coche de máxima categoría, con ruedas más grandes y más recorrido de suspensión que su 4×4 del año pasado, un paso hacia adelante clave para poder mejorar en la general. Quería un coche “Top”. Y 10 meses más tarde, afrontará el Dakar 2023, su 8º en coches tras la lesión medular que sufrió en 2007, con el que él mismo define que es el proyecto de su vida, con su ansiado Toyota Hilux T1+ del Repsol Rally Team.
En febrero, no se equivocaba.
(Risas) Me acuerdo que te dije: ‘Fabio, hoy voy a conseguir el T1+’. Aquel día iba a Repsol a proponerle el proyecto para el Dakar 2023 y les iba a decir que teníamos que cambiar de coche. Me dijeron: ‘Isidre, cada vez que vienes, pides más. El año que viene vas a venir y harás lo mismo’ (risas). ‘No, es que esto tenemos que hacerlo, porque si no, no seremos competitivos’, les dije. Y lo hicimos. Tenemos la suerte de contar con unos patrocinadores increíbles, tanto Repsol, MGS, Toyota, KH7 y el resto de patrocinadores técnicos. Siempre nos escuchan y nos abren sus puertas.
¿Le dijeron que así a la primera?
En este caso me dijeron que me entendían, que lo veían igual que yo, pero era necesario ver qué decían el resto de patrocinadores y había que hablar con Toyota España para ver si había un T1+ disponible. Me respaldaban, pero debían ver cómo hacer que este proyecto madurase.
¿Cuánto tiempo pasó desde esa exposición a finalmente tener el coche que quería?
En mayo ya lo teníamos claro. Pasaron poco más de tres meses y ya teníamos el proyecto deportivo y el coche. Hubo un momento importante, con un acto con la prensa junto a Toyota Europa y Toyota España en la masía que tiene Nasser Al-Attiyah cerca de Barcelona. Allí pudimos hablar mucho sobre la unidad, si existía y qué debíamos hacer. Y Toyota nos dijo de dar ese paso, de ir a Toyota Gazoo Racing España y ver cómo se podía hacer.
¿Confiaba en que podría llegar a tener este coche?
No sé el motivo, pero durante estos años hemos tenido la confianza de la gente que nos rodea y nuestros patrocinadores, y todo lo que nos hemos ido proponiendo, lo hemos hecho. De acuerdo que hay mucha determinación nuestra, pero aquí todos asumen sus riesgos cada vez que se toman decisiones y siempre hemos tenido un consenso de hacia dónde teníamos que ir. Lógicamente, todo esto es más complicado hacerlo que decirlo, pero siempre ha existido esta convicción.
Isidre Esteve y Txema Villalobos, con su Toyota Hilux T1+
Otro se hubiera conformado con el coche que tenía.
Hay formas de pedir las cosas. Siempre expongo primero lo que creo sinceramente que hay que hacer. Y con reuniones se llega al punto final.
Un coche mejor es más presión.
Ya me gusta ir al Dakar sabiendo que llevo un buen coche. Pero no tengo la presión de un resultado por parte de mis patrocinadores, porque saben que hago todo lo que puedo siempre.
Su coche es la segunda generación de los T1+, el del año pasado.
Es el mejor coche que he llevado jamás. Y sí, es segunda generación de T1+, porque los T1+ de los Toyota oficiales van con el motor V6 Biturbo y nosotros vamos con un motor V8. Pero ya no son grandes diferencias.
Isidre Esteve, Repsol Rally Team Dakar 2023
Dice que éste es el proyecto de su vida. ¿Ha superado sus expectativas?
Estoy muy orgulloso por haber llegado hasta aquí junto a los mejores. Desde hace muchos años que he tenido el apoyo de mis sponsors y en 2017 volvimos a tener el apoyo de Repsol. Fue ahí que comencé a creer que podíamos empezar a pensar en grande. Y soy muy consciente de la magnitud de este proyecto y quién nos acompaña. Y por eso estoy tan contento. Es un proyecto compartido. Tenemos patrocinadores que creen en él y a los que les gusta el concepto por sí solo. Saben que no voy al Dakar a ganar, y pese a ello, entienden el proyecto, empatizan con él y se lo hacen suyo.
Su ejemplo es clave para mucha gente, el demostrar que cuando sufres una lesión, no se acaba el mundo y hay que tirar hacia adelante.
La lesión no ha sido un final, ha sido el descubrimiento de una nueva etapa de mi vida, donde hay un proyecto deportivo y un proyecto social como la Fundación Isidre Esteve, en la que ayudamos a personas con discapacidad a través del deporte. Competimos en un deporte que es el gran ejemplo del deporte inclusivo. Afrontamos todos el mismo reto, con las mismas dificultades y en la misma clasificación. Me hace sentir muy bien.
Isidre Esteve y su copiloto Txema Villalobos
¿Qué le dice a una persona que haya tenido una lesión similar? Quizás tenga dudas de por dónde empezar o lo tenga más difícil.
Sí, naturalmente. Todos tenemos la realidad que tenemos. Muchas veces, lo del ‘querer es poder’ tiene algo de letra pequeña. Es decir, no todos podemos hacer lo que queremos. Hay cosas que nos limitan.
“Muchas veces, lo del ‘querer es poder’ tiene algo de letra pequeña”
No todo el mundo puede ir al Dakar..
Te tienes que establecer un objetivo muy alto, pero debes primero hacer una escalera. Es decir: objetivos pequeños y cumplirlos como si fueran grandes conquistas. E ir subiendo.
“Tienes que ir a por objetivos pequeños y cumplirlos como si fueran grandes conquistas. E ir subiendo”.
¿Está ya en el escalón más alto?
Estamos en un buen sitio. No tengo ni idea de dónde puedo llegar, ni de dónde llegaré, ni qué haremos. Lo más bonito es no saberlo. Ahora, se trata de que hemos llegado hasta aquí y tenemos un proyecto increíble. ¡Pues vayamos a competir!
“No tengo ni idea de dónde puedo llegar, ni de dónde llegaré, ni qué haremos. Lo más bonito es no saberlo”
El pasado año se vio perjudicado por ir con un T1 inferior a los T1+ y los buggies. También por el polémico orden de salida. Ahora, todo eso se ha resuelto, pero habrá muchos T1+ y buggies.
Entre los Century, Toyota, Audi, MD… habrá unos 40 coches. Pero es fantástico. Lo que me gusta es saber que en la zona de piedras ahora podré correr más que antes. Desde el Top-10 al Top-50 hay mucha igualdad. Hay unos 13 o 14 pilotos rápidos, 8 de ellos muy rápidos. Y del 14 al 30 hay otra generación de pilotos que somos nosotros. Un día puedes hacer el 18º y otro, el 30º. Estamos ahí. La carrera será tan complicada y la igualdad es tal que un día puedes conseguir un resultado increíble. Eso puede pasar.
Isidre Esteve y Txema Villalobos, con su Toyota Hilux T1+
La gente debe entender que “increíble” es un 18º de etapa.
Sería un gran resultado. Desde fuera es difícil de calibrar la competitividad de la carrera, pero sería algo enorme.
¿Cuál será la clave para usted en el Dakar 2023?
Lo vi en Marruecos también. La categoría T1+ llega a este punto porque en Arabia Saudí llegó un momento que con la rueda más pequeña que llevábamos antes con los 4×4 pinchábamos 5 veces en una etapa, o 6 veces… y algunos pinchaban 8 veces. Hubo que dar un paso hacia delante para equipararnos, porque llegó un momento que los buggies de Mini, de Peugeot, de MD, sacaban resultados extraordinarios (tenían una rueda más grande y más recorrido de suspensión que el 4×4 de Isidre de 2022). Y resulta que llegamos este año a Marruecos con el T1+ y pinchamos igual. ¿Por qué? Porque vamos por una pista de piedras como si nos persiguiera el demonio. Entonces, yo creo que la clave en el Dakar 2023 será, primero, saber que hay 40 coches de esta categoría y el ritmo desde el primer día será muy alto. Normalmente, hay muchas piedras al principio del Rally, y en esa parte hay que ir con cuidado. No porque llevemos un T1+ con una súper rueda no pincharemos en las piedras. En Marruecos lo vimos.
Solo llevamos dos ruedas de recambio. Cuando pinchas dos veces y no te queda ni una de repuesto… los tienes aquí arriba (se señala la garganta). Tienes que llevar siempre el coche en línea recta e ir con cuidado en la primera semana. Para mí es importante llegar a la etapa de descanso con el coche bien, sin haberme descolgado de posiciones que te permitan hacer un buen resultado. Y luego, en el ‘Empty Quarter’ (cuarto vació, lleno de dunas, al sureste de Arabia Saudí), nadie sabe. La segunda parte habrá mucha arena, será difícil. Vamos con 4×4 con las ventajas que tenían los buggies. Tenemos un buen coche para afrontar un Dakar entero y habrá que conseguir hacer una buena gestión de la carrera. Vamos a tener que intentar no cometer errores que nos hagan perder tres horas de golpe. Que perdamos algún día 10 minutos… pero el problema es cuando pierdes varias horas en un día. Te vas atrás y sales atrás al día siguiente. Habrá que correr cada día, no vale ir tranquilos, pero saber encontrar un equilibrio para no quedarse sin ruedas y no quedarse atascado en las dunas.
“Es importante llegar a la etapa de descanso con el coche bien, sin haberme descolgado de posiciones que te permitan hacer un buen resultado. Y luego, en el ‘Empty Quarter’, nadie sabe…”
¿Un sueño?
Poder continuar muchos años con la vida que tengo.
¿Con qué se quedaría satisfecho al llegar a la meta final?
No habiendo tenido grandes problemas y si logro mejorar mi resultado de Sudamérica (21º en 2018 y 2019).
Muchas gracias y mucha suerte
A vosotros