TEL AVIV, Israel — La agrupación de sindicatos más grande de Israel convocó este lunes una huelga en muchos sectores, para unirse al creciente movimiento de protesta contra el plan del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de reformar la judicatura. El proyecto enfrenta una oposición sin precedentes.
La huelga del grupo sindical Histadrut, que representa a más de 700,000 trabajadores en diferentes sectores, desde banca a transportes o salud, podría paralizar gran parte de la economía israelí, que ya estaba en una situación difícil, lo que aumentaría la presión sobre Netanyahu para que suspendiera la reforma.
Los vuelos con salida en el principal aeropuerto internacional del país se quedaron en tierra, lo que afectó a miles de viajeros. Otros sectores se iban sumando. Gobiernos locales, que gestionan los centros de preescolar y otros servicios esenciales, así como los principales sindicatos de médicos, anunciaron que harían huelga.
La resistencia al plan se consolidaba unas horas después de que decenas de miles de personas salieran a las calles del país en una muestra espontánea de indignación tras la decisión de Netanyahu de despedir a su ministro de Defensa, que había pedido una pausa en la reforma.
Entre cánticos de “el país está en llamas”, los inconformes encendieron hogueras en la principal autopista de Tel Aviv y bloquearon esa y otras carreteras de todo el país.
La reforma impulsada por el mandatario, que está siendo juzgado por corrupción, y sus aliados en el gobierno más conservador de la historia de Israel ha sumido al país en una de sus peores crisis internas. Ha desencadenado un movimiento de protesta continuado y que gana intensidad en casi todos los sectores de la sociedad, incluido el ejército. Cada vez más reservistas han afirmado públicamente que no servirán a un país que se desliza hacia la autocracia.
La crisis ha dividido aún más a Israel y ampliado diferencias antiguas e irresolubles sobre el carácter del país, presentes desde su fundación. Los manifestantes afirman que luchan por el alma de la nación y ven la reforma como un desafío directo a los ideales democráticos de Israel. El gobierno los ha tachado de anarquistas que intentan derrocar a un gobierno elegido de forma democrática.
Source link