10 de junio de 1968. Olímpico de Roma. Italia se proclama por primera y única vez en su historia campeona de Europa. Será un 11 de julio de 2021 cuando los ‘azzurri’ intentarán lograr por segunda vez el título después de ver por televisión el Mundial de Rusia 2018. La selección italiana, a las órdenes de Roberto Mancini, ha logrado llegar a la final a base de reinventarse a sí misma, a pesar de que en semifinales, contra España el martes, sin el lesionado Leonardo Spinazzola, volvió a sus orígenes a base de sufrir.
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Italia venció a la Roja por penaltis (4-2, tras un 1-1) para pasar página definitivamente después de no clasificarse en Rusia 2018, por primera vez en 60 años, para un Mundial. Después de aquel fracaso llegó Mancini para sustituir a Gian Piero Ventura y reconstruir la ‘squadra azzurra’.
“Es un hombre de pocas palabras, pero ha creado un buen grupo. Con una gran serenidad, transmite calma y confianza”, afirmó Giorgio Chiellini sobre Mancini justo antes de la Eurocopa.
Frente al tradicional juego defensivo de Italia, Mancini ha basado su juego en la posesión de balón y la construcción en el centro del campo, a cargo de Jorginho y Marco Verratti, con ambición de movilidad permanente y ataque.
La revolución dio sus frutos: diez victorias en diez partidos en la fase de clasificación para la Eurocopa y el pase a la fase final de la Nations League (que se disputará en octubre).
Las cifras son claras: contra España Italia encadenó su partido número 33 sin perder (27 victorias, 6 empates), batiendo un récord que se mantenía desde hace 80 años.
Pero, cuando Italia sufre, como contra Austria (2-1 tras la prórroga) y sobre todo el martes contra una España dominadora, que se hizo con el balón, Italia recurrió a dos armas de las de siempre: una combatividad y una solidaridad innegables. La nueva Italia volvió a lo que fue cuando ganó los Mundiales de España 1982 y Alemania 2006, con una gran cohesión.
Mancini ha convocado a 77 jugadores en sus 3 años en el cargo. Ha hecho debutar a 35 jugadores. Ha apostado por futbolistas que actúan poco en su club, como Emerson (Chelsea) o Federico Bernardeschi (Juventus). Italia siente que, pase lo que pase el domingo, esta Eurocopa es la de su renacimiento.
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