El Atlético de Madrid se midió este pasado martes 18 de octubre al Rayo Vallecano en un duelo marcado por las muchas ausencias que tenía el cuadro rojiblanco. Entre ellas, una de las más importantes posibles en el equipo rojiblanco. La de Jan Oblak. Si hay un pilar en los últimos años en este Atlético, ése ha sido el esloveno. Contar con el mejor portero del mundo te garantiza tener un as en la manga que ha dado un buen número de puntos y ha evitado descalabros sonados.
Así que, cuando le tocó defender la portería del Atlético, Ivo Grbic tenía que lidiar irremediablemente con la alargada sombra de su compañero. Y la conclusión tanto ante el Athletic como ante el Rayo es que el croata puede cumplir de sobra, de manera notable.
En San Mamés, dos de sus paradas evitaron el empate del Athletic. Especialmente una a un cabezazo de Raúl García al que el croata tuvo que responder con una gran estirada. Y contra el Rayo Vallecano, de nuevo apareció el arquero, que tuvo tres intervenciones clave. Un disparo de Isi Palazó, otro de Baillu pero sobre todo una ocasión clarísima de Camello en la que el colchonero le ganó en un mano a mano al rayista. Obviamente, en el penalti no tuvo mucho que hacer, pero es una acción en la que los porteros están en clara desventaja.
Para él está siendo la temporada de más trabajo. No es muy normal que Oblak se pierda partidos, pero en el presente curso han sido ya cinco en los que Grbic ha tenido que intervenir. Tres de ellos como titular, para 296 minutos y cuatro goles encajados.