El Bilbao Athletic ha experimentado una notable mejoría en las dos últimas jornadas de Liga. El equipo rojiblanco, con un estilo de fútbol mucho más reconocible por estos lares, goleó hace dos jornadas en Lezama a la UD Logroñés (3-0) y empató el pasado domingo en su visita al Nàstic (0-0). Cuatro puntos que mantienen a los cachorros a nueve de la salvación.
Este último choque de Tarragona dejó un detalle cuando menos curioso. El club rojiblanco, consciente de la delicada situación clasificatoria de su segundo equipo, aprovechó el mercado de invierno para llevar a cabo cuatro incorporaciones. Quicala fue el primero en llagar procedente del Portugalete. Algunos días más tarde se concretaron los fichajes de Urko Izeta, delantero del Eibar que hasta entonces estaba cedido en el Amorebieta, de y Asier Pérez, central procedente de la Multivera. Poco antes del cierre de mercado se produjo también el regreso a Lezama de Iñigo López, delantero que permanecía como cedido en el Arenas.
Izeta fue titular hace dos jornadas contra el Logroñés mientras que Iñigo López entraba en el minuto 66 y Quicala en el 89 en sustitución de un compañero y Asier Pérez se pasaba todo el partido en el banquillo.
El domingo en Tarragona, el único de los cuatro que jugó fue Izeta. Los otros tres estuvieron en el banquillo, pero no participaron. El veterano Sillero, en cambio, sí tuvo algunos minutos pese a que el club quiso prescindir de sus servicios.