El caso Ja Morant sigue su curso en paralelo a la actualidad deportiva en la NBA. Con los playoffs a la vuelta de la esquina, a Ja Morant le tocó aguantar nuevas preguntas sobre una de las polémicas que le ha manchado en las últimas semanas, aunque él declinó hacer ningún tipo de comentario. La estrella de los Memphis Grizzlies, que se preparan para una primera ronda de alto voltaje contra Los Angeles Lakers, compareció en la previa de la eliminatoria horas después de conocerse su contrademanda al adolescente de 18 años que le acusó de agresión tras un partido de baloncesto callejero.
La denuncia de Morant acusa a Joshua Holloway, que cumplió la mayoría de edad a finales de marzo, de dañar su reputación y de haberle puesto en situación de perder millones de dólares en contratos y acuerdos publicitarios. El documento acusa al adolescente, que tenía 17 años en el momento de los hechos, de blasfemar, agredir y abusar del jugador.
El joven astro estadounidense, uno de los referentes de presente y futuro en la NBA, firmó un contrato de 193 millones de dólares el pasado julio que incluye un bonus de 38 millones si alcanza este curso uno de los equipos All NBA. Después de haber mostrado una pistola en un vídeo en directo en su cuenta de Instagram, la competición decidió suspender al jugador 8 partidos por “conducta perjudicial para la liga”.
La contrademanda de Morant argumenta que el acusador cambió su versión original de la historia y mintió a la policía. El jugador reconoce que dio un puñetazo al adolescente después de que este le lanzara un balón directo a la cabeza. Según nuevos testimonios aportados, el altercado duró unos 10 segundos y terminó cuando el padre de Morant se llevó al chaval de la pista donde jugaban. Fue entonces cuando, según este nuevo relato, Holloway amenazó al progenitor del jugador con prender su casa “como si fuera un espectáculo de fuegos artificiales”.
Otro detalle adicional de la denuncia del jugador al adolescente es una amenaza recibida a través de Snapchat, que fue en su momento reportada a los cuerpos policiales en el mes de agosto.
Sin que estos desarrollos impliquen gran cosa, lo cierto es que el escrutinio mediático y las constantes preguntas sobre el caso son un peso añadido para el jugador de 23 años, que encara un enorme reto deportivo en estos playoffs después de haber caído en semifinales de conferencia el curso pasado ante los vigentes campeones, los Golden State Warriors. Queda por ver si la polémica que ha rodeado a Morant en los últimos meses puede afectar a su rendimiento sobre la pista en esta postemporada de la NBA.