Jagoba
Arrasate está disfrutando como el que más con el ascenso de Osasuna, logro del que él es parte importante. El entrenador de Berriatua habla para MD de sus emociones, de lo que ha costado la consecución de este éxito y de su vuelta a Anoeta la temporada que viene: “Será muy especial”.
¿Qué siente en estos momentos Jagoba Arrasate?
Mucha alegría. Ver a la afición volcada, a una ciudad feliz, es lo que gusta a todo el mundo y la verdad es que nosotros también hemos disfrutado muchísimo.
No sé si el ascenso llegó de la manera más bonita, pero llegó…
Puede ser. Un lunes, viendo otro partido todos juntos. Fue un poco atípico, pero déjate, el objetivo es tan gordo que da igual cómo. Ya hemos tenido dos días para disfrutar y estamos deseando que llegue el sábado para vivirlo con nuestra gente.
Eran impresionantes las imágenes que llegaban de la Plaza del Castillo el lunes por la noche…
Tanto el lunes como el martes, que hicimos toda la rúa, han sido dos días fantásticos en los que la ciudad se ha volcado también. Es lo bonito que tiene el fútbol, que puedes hacer feliz a mucha gente.
¿Cómo vivió Jagoba Arrasate ese lunes?
Estuve en casa en el primer tiempo y cuando vi que iban empate a cero, que podía darse la situación, todo el mundo estaba en El Sadar, el segundo tiempo lo vi con todo el equipo, con todos los técnicos y la verdad es que fue muy bonito.
¿Estaba nervioso?
Estábamos relativamente tranquilos porque teníamos muchas opciones, pero cuando marcó el Granada, cuando lo ves tan cerca, se te va empezando a remover el estómago.
Quedan tres jornadas, pero Osasuna ya ha conseguido el objetivo. ¿Qué valoración hace?
Ha sido una temporada para enmarcar. Después de un inicio dubitativo donde no empezamos nada bien, el equipo, poco a poco, ha ido evolucionando, y ahí están los números. Hemos hecho una gran temporada, sobre todo en casa, donde los números son irrepetibles. Ahí se ha cimentado el ascenso. En momentos en los que no estábamos tan bien, ganar en casa nos ha dado seguir en esas posiciones privilegiadas, y cuando hemos mejorado fuera de casa, hemos conseguido el objetivo del ascenso.
La clave, entonces, ha estado en casa, ¿no?
Sí. El Sadar. Son 15 victorias seguidas, 17 y dos empates en total y es ahí donde se ha cimentado el éxito de esta temporada.
¿Y cómo se consiguen esos números?
(Risas). Con trabajo, con una afición espectacular también, con esa comunión y, al final, con creértelo. El equipo siempre se lo ha creído. Ha habido muchos partidos en los que el equipo no empezó bien, pero fuimos capaces de remontar y esa comunión equipo-afición ha hecho que por momentos nos sintiéramos invencibles.
¿Cómo ha vivido usted toda esta temporada?
Ha sido un año muy gratificante. Cuando ves que el equipo, después de empezar mal, va evolucionando, se va pareciendo a lo que tú quieres. Cuando ganas tantas veces, pues al final disfrutas. No es fácil disfrutar del fútbol profesional y este año, en ese aspecto, ha sido un año increíble.
¿Se siente reconocido?
Sí. Sientes el cariño de la gente, pero sobre todo me quedo con el vestuario, que en los momentos malos también ha creído en la idea, en lo que estamos haciendo. Tenemos un grupo muy sano y al final, cuando tienes un grupo así, y la afición te reconoce, no te voy a engañar, es muy bonito.
Se lanzó a cantar un bertso…
Hay que dar rienda suelta al cuerpo y es lo que me pedía en esos momentos. Somos así.
¿Es su mayor logro como entrenador?
No me he parado a pensar, pero sí. En la Real tuve momentos muy bonitos también, incluso en Soria. Esto ha sido como poner un colofón a una gran temporada consiguiendo el ascenso, y ahora lo que queremos es el primer puesto.
¿
Se esperaba que la temporada transcurriera por estos parámetros?
Cuando ves la Segunda División con tantos equipos buenos, con grandes aficiones y con grandes ciudades detrás, lo que quieres es hacer un equipo competitivo. Sabíamos que teníamos una buena plantilla, pero había que hacer un buen equipo. Siempre crees que puedes estar arriba, pero no te imaginas que vas a ascender faltando tres jornadas. Eso es algo muy difícil de conseguir en una competición tan complicada como la Segunda.
¿Es mejor entrenador ahora que cuando se hizo cargo de la Real?
Sí, seguro, y peor que dentro de cuatro años. Esto es una evolución, un aprendizaje, un reciclaje y sí que me siento mejor entrenador, pero siento que todavía tengo cosas que aprender. Las experiencias, las vivencias en el fútbol profesional te hacen mejor. Si quieres mejorar, si estás abierto, claro que consigues también.
¿Se ha quitado un espina?
No, no tengo esa sensación. Lo que tengo es muchísima alegría, pero no tengo esa sensación de haberme quitado una espina.
El año que viene regresa a Anoeta.
Sí. Va a haber derbis bonitos e ir a Anoeta va a ser muy especial. No te lo voy a negar.
Y cinco equipos vascos en Primera…
Sí, cinco equipos vascos, con cinco entrenadores euskaldunes, que creo que es la primera vez, y bueno, promete ser un año duro, pero apasionante a la vez.
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