jamás hagas esto con tus paños de cocina

¿Eres de los que seca los platos, cubiertos y vasos con los paños de cocina? En cuanto leas esto, seguro que dejarás de hacerlo porque es muy peligroso para la salud. Lo cierto es que es un gesto muy habitual en los hogares de todo el mundo, pero puede ser un gran riesgo por un motivo muy sencillo de explicar. El trapo de cocina acumula una gran cantidad de bacterias y microorganismos, así que a la hora de secar los utensilios se pasan a los mismos.

¡Cuidado con el trapo de cocina!

Por increíble que parezca, en poco más de dos centímetros cúbicos de un trapo se pueden encontrar millones de bacterias. La Agencia de Protección Sanitaria británica comprobó que el 56% de los paños de cocina de restaurantes contenían «niveles inaceptables» de bacterias como e.coli, staphylococcus aureus y listeria.

Por lo tanto, el uso del trapo para limpiar los utensilios de cocina o secarse las manos es la peor de las opciones. La alternativa no puede ser más fácil: dejar secar los platos, cubiertos y casos en un escurridor al aire libre. Si no tienes tiempo y quieres dejarlo todo guardado, puedes utilizar papel absorbente o servilletas de papel de un solo uso para secarlos y evitar la transmisión de microorganismos.

Ahora bien, una investigación publicada en la revista ‘Journal of the American Dietetic Association’ averiguó que dejar los platos húmedos más de un día en el escurridor puede favorecer la proliferación de gérmenes y bacterias. Por lo tanto, una vez los utensilios estén completamente secos, es importante recogerlos a la mayor brevedad.

Por supuesto, el escurridor también hay que limpiarlo una vez por semana. Puedes hacerlo de manera rápida y sencilla siguiendo estos pasos:

  • Mezcla en un recipiente una taza de bicarbonato de sodio, media taza de jabón de platos, dos cucharadas de vinagre blanco y media taza de agua hasta formar una pasta homogénea.
  • Aplica sobre toda la superficie. Puedes hacerlo con un cepillo de dientes de cerdas suaves. Deja reposar durante tres horas.
  • Una vez transcurrido el tiempo, retira con un trapo seco.
  • Enjuaga con una mezcla de agua caliente y el zumo de medio limón.
  • Retira la humedad con otro trapo limpio.

Y, por último, cabe recordar la importancia de que no se acumulen platos en el fregadero. Los restos de comida pueden favorecer la aparición de bacterias, lo que resulta muy peligroso para la salud. ¡Mucho cuidado!


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