Jamás olvides hacer esto al entrar a la habitación de un hotel

El turismo es una de las mayores industrias del mundo pues cada día millones de personas tienen que viajar y alojarse en los millones de hoteles que están situados alrededor del mundo. Hay quienes sólo viajan por ocio y durante el periodo estival, pero también los hay que tienen que viajar cada día por cuestiones de trabajo y la habitación del hotel se convierte en parte en su casa. Por eso, hay expertos que saben muy bien lo que tienen que hacer cuando llegan a un hotel y dejan sus maletas para no llevarse sustos ni sorpresas desagradables.  Te contamos una medida de seguridad que debes poner en práctica nada más entrar en la habitación de hotel y que cada vez más gente hace. Te explicamos cómo hacerla de manera efectiva para no llevarte ningún disgusto.

Haz esto al entrar en la habitación del hotel

Lo habitual al llegar a un hotel es, una vez que te registras y te dan la llave, ir a la habitación para dejar tus cosas e instalarte oficialmente, algo que siempre suele ir como la seda pero en algunos casos te puedes llevar un tremendo disgusto si no tomas las medidas adecuadas para saber que te puedes instalar en esa habitación con total seguridad, especialmente si viajas en soledad.

Cuando tienes las llaves de tu habitación y te la han asignado, es obvio que nadie ajeno debería estar en ella, más allá de cualquier trabajador del hotel desempeñando sus funciones, pero en alguna ocasión ha sucedido que una persona ha entrado en su habitación y se ha encontrado a algún maleante en ella, escondido, esperando el momento de poder robar al huésped en cuanto llega para que todas sus pertenencias estén allí mismo, sin proteger al no tener tiempo de guardarlas en la caja fuerte.

Una antigua auxiliar de vuelo, de la cual desconocemos el nombre, comentó en el medio extranjero Reader’s Digest que durante todos sus años alojándose en cientos de hoteles ponía en práctica una medida de seguridad nada más llegar a la habitación del hotel para así sentirse mucho más segura, ideada por ella misma. Esta mujer abría la puerta y ponía en ella la maleta para que ejerciera de freno y la puerta no se pudiera cerrar, quedando así totalmente abierta. Con la puerta abierta, la mujer revisaba el cuarto de baño, los armarios, tras las cortinas, debajo de la cama y todos los espacios en los que se pudiera esconder una persona.

Quizás te preguntes, ¿y para qué sujetaba la puerta con la maleta?. Muy fácil y lógica respuesta: para tenerla abierta y salir corriendo si se daba el caso de que había alguien escondido en su habitación, ya que si estuviera cerrada perdería un tiempo muy valioso en poder abrirla.


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