James Harden, estrella de los Philadelphia 76ers, medita abandonar a la franquicia al final de temporada. El base, que recaló en su actual equipo en febrero de este mismo año, valora declinar su opción de jugador en el contrato de dos años y 68,6 millones de dólares que firmó con Philly para entrar en la agencia libre y volver a los Houston Rockets. La franquicia texana, para él y su círculo cercano, es su segundo hogar, aunque hace apenas dos años fue el jugador quien pidió salir de allí traspasado.
El futuro de La Barba, uno de las estrellas más icónicas de la competición en la última década, es todavía fluido. Así lo asegura Adrian Wojnarowski en ESPN, citando a fuentes cercanas a la situación. Según cuenta, si los 76ers saborean el éxito en los playoffs de esta temporada, eso podría decantar la balanza por seguir vinculado a su actual franquicia. De lo contrario, la salida podría darse por descontada.
Los Sixers son quintos en la Conferencia Este con un balance de 20 victorias y 12 derrotas. Esperan el regreso de la estrella emergente Tyrese Maxey para terminar de afinar la plantilla y el juego pensando ya en una aventura larga en los playoffs. No está claro que un buen papel sea suficiente para convencer a Harden.
Desde su salida de Houston en enero de 2021 rumbo a los Brooklyn Nets, el jugador no se ha encontrado del todo cómodo ni en Nueva York ni en Filadelfia. El gancho de Houston tiene que ver con el estilo de vida, la comunidad y la familia. La Barba podría optar por el confort y la familiaridad por encima de la posibilidad de ganar un campeonato a corto plazo.
En Texas, Harden se convirtió en MVP de la NBA en 2018 y fue protagonista de la liga con ocho apariciones consecutivas en el All Star. Ganó tres títulos de máximo anotador de la competición y llegó también a unas Finales de Conferencia. Después de no conectar con la realidad de Kevin Durant y Kyrie Irving en Brooklyn, la situación en Philly no es mucho mejor, especialmente en su relación con Joel Embiid y Doc Rivers, su entrenador.
A pesar de sus dudas, los Sixers mantienen como prioridad el convencer a Harden para que apueste por su proyecto.