Era sólo cuestión de tiempo pero ya está confirmado: James Harden renovará con los Philadelphia 76ers y lo hará por dos años, según acaba de adelantar Shams Charania. La ‘Barba’ acepta una rebaja salarial de 15 millones por la que cobrará 32 esta próxima temporada mientras que decidirá si ejecuta el segundo año de contrato a través de la ‘player option’.
Harden ha venido advertir algo como que se muere por ese anillo que le falta y no quiere formar parte del club de estrellas frustradas que nunca se enfundaron la sortija más codiciada. El escolta, que ya cuenta con 33 años, renunció a activar la ‘player option’ a final de temporada por la que automáticamente hubiera renovado un año más por 47 millones y prefirió sentarse a negociar amistosamente con la franquicia de Philadelphia.
Apartando el ego y a la vez sin dejar de pensar en él, la ‘Barba’ ha renunciado a dinero para aumentar de alguna manera sus posibilidades de levantar el Larry O’Brien, ya que los 15 millones en que ha rebajado su sueldo equivalen a un valioso espacio en la masa salarial de los Sixers para que tengan más libertad para reforzar al equipo. Así pues, la franquicia de Pensilvania seguirá bajo la batuta del ‘Big Two’ que formaron Joel Embiid y James Harden a partir de febrero con la llegada del escolta desde Brooklyn.
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En Philadelphia están hartos de oír eso de que desde los tiempos de Allen Iverson no pasan de la segunda ronda en playoffs. La última vez que lo hicieron fue en 2001, cuando el fastuoso estado de forma de ‘The Answer’ no impidió que los Lakers de Shaq y Kobe revalidaran el título con un 4-1 en las Finales. La canción volvió a sonar este año y los 76ers se quedaron en las semifinales de Conferencia tras caer ante Miami Heat (4-2), afectados los de Doc River por los problemas físicos de Embiid y la baja forma de un Harden que desprendió desidia y dejadez.
Los 18,6 puntos de la ‘Barba’ en las eliminatorias, con un mejorable 40,5% en tiros de campo, supieron a poco, sobre todo por su primoroso rendimiento en sus primeros partidos en Philadelphia tras el impactante canje por el que los Nets recibieron a Ben Simmons a cambio del escolta. Los 22 puntos registrados de media esta campaña entre Brooklyn y Philadelphia en temporada regular han supuesto sus peores números anotadores en 10 años.
Harden termina una bandeja ante la defensa de Miami en los playoffs.
Harto de Irving en los Nets, el periplo iniciado por Harden tras forzar su salida de los Rockets en el ecuador del curso 20-21 -tres franquicias en dos años-, recuerda en cierto modo al que inició Iverson en busca del anillo que encontró. Curiosa paradoja en la comparación en ambos casos, James Harden busca la joya ahora justo en la franquicia de la que ‘The Answer’ se fue para perseguirla. Aquí también ha encontrado los mimos y la comprensión del presidente de operaciones de los Sixers, Daryl Morey, General Manager de los Rockets durante 13 años.
El espacio salarial de los Sixers, al límite por ahora
Con la renovación del contrato de Harden por 32 millones, la masa salarial de la franquicia asciende actualmente a 152 millones, excediéndose del tope de los 123 y, sobre todo, de los 150 que marcan la línea roja, ya superar esta cantidad implica pagar el impuesto de lujo. Tobias Harris es quien tiene un salario más elevado con los 37,6 millones que cobrará en la 22-23, seguidos de los 33,6 de Embiid, los 32 de Harden y los 10,5 de P.J. Tucker. Según dijo hace tres semanas Keith Pompey en The Philadelphia Inquirer, los Sixers tienen la intención de traspasar a Harris, Mattise Thybulle (4,3 millones), Furkan Korkmaz (5 millones) y Shake Milton (2 millones).