James Nnaji, pívot nigeriano del Barcelona, fue elegido con el número 31 del Draft de la NBA 2023 por los Charlotte Hornets. Esta elección, la primera correspondiente a la segunda ronda de la cita, pertenecía a los Detroit Pistons, que durante la noche llegaron a un acuerdo de intercambio con los Boston Celtics, quienes posteriormente traspasaron los derechos del jugador al equipo de Carolina del Norte a cambio de los picks 34 y 39.
El movimiento ya ha sido anunciado de forma oficial por la todavía franquicia de Michael Jordan, que ya se la ha vendido pero aún no ha traspasado los poderes de gestión y presidencia del equipo. Los Hornets, pues, se quedan con los derechos de Nnaji para un hipotético salto a la NBA. La buena noticia para el Barça es que los jugadores de segunda ronda no tienen contrato garantizado y pueden negociar libremente con las franquicias, un hecho que hubiera sido diametralmente opuesto de haber entrado entre los 30 primeros.
Mark Tatum, comisionado adjunto de la liga estadounidense, fue el encargado de anunciar el nombre del chaval de Makurdi, de 18 años y miembro de la cantera azulgrana desde 2020. El club le fichó tras sus primeros pasos en Europa, procedente la academia Ratgeber en Hungría. “Con el número 31 en el Draft de 2023, los Detroit Pistons seleccionan a James Nnaji, de Makurdi, Nigeria”, dijo como marca el protocolo y con solemnidad el alto ejecutivo. En ese preciso instante, se pensaba que el jugador recalaría en los Celtics, como compartió en un primer tuit de la liga. Nnaji sonrió efusivamente y se abrazó a sus agentes antes de caminar hacia el estrado para hacerse la tradicional foto, que hubiera sido con Adam Silver de haber salido en la primera ronda.
El joven pívot de se proclamó esta semana campeón de la Liga Endesa con el Barça, que derrotó por 3-0 al Real Madrid en la eliminatoria por el título. En la ACB, el jugador ha promediado 4,9 puntos, 3 rebotes y 0,7 tapones en 12 minutos de juego y 27 apariciones bajo las órdenes de Saras Jasikevicius, que denunció los gritos racistas dirigidos hacia su pupilo a las puertas del Wizink Center de la capital antes del tercer y definitivo partido de la final.
Aunque siempre ha mostrado su predisposición a dar el salto a la NBA, la elección de Nnaji en segunda ronda puede facilitar su continuidad en el Palau Blaugrana al menos un año más. Tiene contrato hasta 2027 con el club, pero fuentes del staff reconocen que todo dependerá ahora de los planes de la franquicia, la recomendación de sus agentes y la voluntad del jugador.
Los Hornets, por su parte, fueron el segundo peor equipo de la Conferencia Este en la pasada temporada en la NBA (27-55) y solo se han clasificado en tres ocasiones para los playoffs desde 2010. En todas ellas perdieron en primera ronda y además encadenan siete temporadas consecutivas sin disputar las eliminatorias.
Una caída que da esperanzas al Barça
En las semanas previas al Draft, Nnaji era mencionado constantemente como una promesa de primera ronda. En ese caso, su contrato hubiera estado garantizado y su futuro con el Barça mucho menos claro. Para empezar, hubiera tenido hasta tres años de estipendio asegurados a razón de unos dos millones por curso, una cifra astronómica para los clubes europeos, y más en la situación de recortes que vive la sección azulgrana.
El nigeriano llegó a situarse en el puesto 22 de las previsiones del Draft de la ‘ESPN’, pero finalmente ha caído en una segunda ronda que le permite negociar y no le garantiza contar con un contrato garantizado a largo plazo. Durante la previa a la cita se interesaron en él franquicias como los Memphis Grizzlies, los Brooklyn Nets y los propios Hornets, que podrían haberle seleccionado en la posición 27, pero se la jugaron y movieron ficha a posteriori.
Por físico y envergadura, el perfil de Nnaji en Estados Unidos es comparado con tipos como Rudy Gobert, que sería el pronóstico más optimista. Casos de éxito más realistas son los de Mitchell Robinson y Clint Capela, o incluso los de Daniel Gafford y Hassan Whiteside, jugadores secundarios con minutos y confianza en la rotación de sus respectivas franquicias. Huelga decir que ha habido otros muchos en su posición que han fracasado.
El pasado viernes, la franquicia de Charlotte anunció que Jordan, propietario del equipo desde 2010, ha cerrado la venta de la mayoría de sus acciones y dejará de ser el presidente de los Hornets. Charlotte tenía el número dos del draft de este año y escogió al alero Brandon Miller justo por detrás del prodigio francés Victor Wembanyama, que fue seleccionado en la primera elección por los San Antonio Spurs.
La pesca en el Draft de los Hornets ha sido significativa, y también se llevaron a Nick Smith Jr. en el puesto 27 y a Amari Bailey en el puesto 41. Mitch Kupchak, su General Manager, ha recibido muchas flores en la gran noche de las promesas por su buen botín, aunque Charlotte encara ahora una reconstrucción notable. De lo que hablen Nnaji y sus representantes con la franquicia y con el club se sabrá si el jugador decide dar el salto ahora o más adelante.