Han pasado seis meses desde que Jennifer Lawrence se convirtiera en madre primeriza a sus 31 años junto a su marido, el galerista de arte Cooke Maroney. La actriz, que es reticente a hablar de su vida privada, se ha atrevido a dar el paso de contar los detalles de su maternidad y de cómo ha cambiado su vida en la portada del número de octubre de la edición estadounidense de Vogue. Ha desvelado, al fin, que ella y Maroney han tenido un niño al que han llamado Cy, en honor a uno de los artistas favoritos de su esposo, el pintor estadounidense Cy Twombly.
A Lawrence la maternidad le ha hecho reflexionar sobre temas como el aborto, con el que siempre se ha mostrado a favor, pero ahora desde un punto de vista diferente. La actriz, ganadora del Óscar en 2013 por su papel en El lado bueno de las cosas, ha anunciado que, antes de tener a este primer hijo, sufrió dos abortos. El primero, en su veintena (ella no desvela cuándo exactamente), cuando ya había despegado en la industria del cine. En aquel momento decidió interrumpir su embarazo, pero antes de hacerlo tuvo un aborto espontáneo. La segunda ocasión fue en 2020, durante el rodaje de la película de Netflix No mires arriba. En la entrevista la intérprete cuenta que entonces sí quería seguir adelante con el embarazo, pero que perdió al bebé, y que tuvo que someterse a una operación para extraer parte del tejido del útero. En el momento en el que se realizó la entrevista con Vogue, a finales de junio, el tema del aborto estaba de plena actualidad en EE UU tras la derogación del derecho al aborto por parte del Tribunal Supremo.
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La mayor parte de los miembros de este órgano judicial fueron elegidos durante el mandato de Donald Trump, y la actriz no ha dudado en opinar del expresidente de EE UU: “Me rompe el corazón porque América tenía que elegir entre una mujer [Hillary Clinton] o un peligroso ‘bote de mayonesa’ [Trump]. Entonces dijeron: ‘Bueno, no podemos tener a una mujer. Vamos con el ‘bote de mayonesa”.
Aunque la actriz no ha dado más detalles sobre cómo es su hijo, sí se ha centrado en explicar las preocupaciones que afronta tras su reciente maternidad. “Mi pequeño va a crecer y tendrá que ir al colegio algún día. Las armas son la causa número uno de muerte en niños en Estados Unidos. Y la gente sigue votando a políticos que reciben dinero de la Asociación Nacional del Rifle. Me explota la cabeza”, comenta.
Otro de los temores de Lawrence durante su embarazo fue hablar públicamente sobre ello: “Da miedo, pero solo porque es diferente en cada cuerpo. Si decía: ‘Es maravilloso desde el principio’, la gente pensaría que, en su caso, no lo fue y se pondrían tristes”. Sus amigas fueron quienes le ayudaron a superar ese pavor que sentía la artista y quienes le acompañaron en el proceso. “Me dijeron que daba miedo, que podía no conectar desde el principio o que no me iba a enamorar al momento”, relata. Incluso llegó a plantearse si iba a querer tanto a su hijo como quería a su gato. Lo supo en cuanto nació Cy. “La mañana siguiente de dar a luz, sentí que toda mi vida comenzaba otra vez, que era el primer día de mi nueva vida”, rememora. Su primer hijo le ha cambiado la forma de amar, incluso a su marido: “Mi corazón se ha expandido a una capacidad que no conocía”.
Jennifer Lawrence mostró su embarazo en la promoción de ‘No mires arriba’ estrenada a finales de 2021.Gotham (GC Images)
Distanciada de su familia por sus diferentes ideologías políticas desde las elecciones de 2016, ahora intenta reconducir la relación a través de su hijo recién nacido. La ayuda de un terapeuta ha sido fundamental para el proceso: “He trabajado muy duro estos cinco años para perdonar a mi padre y a mi familia y tratar de entenderles”. La derogación del derecho al aborto fue la gota que colmó el vaso. Aunque fue criada en el seno de una familia conservadora, su ideología cambió en la adolescencia. A pesar de las diferencias, la actriz tiene la solución perfecta para mitigar el tráfico de mensajes sobre política en los grupos familiares: enviar fotos del bebé.
A sus 32 años, la cuatro veces nominada al Oscar ahora está embarcada en la promoción de Causeway, una película que protagoniza y en la que interpreta a una soldado estadounidense después de sufrir una lesión cerebral traumática en Afganistán y que se estrenará en el Festival de Toronto, Canadá, que se celebrará del 8 al 18 de septiembre. Durante la entrevista, Lawrence no ha perdido la ocasión de criticar la desigualdad que existe en los sueldos de los actores y actrices. Todo ello tras conocerse que Leonardo DiCaprio, su coprotagonista en No Mires Arriba, cobró 4,4 millones de euros más que ella por esa cinta. “No importa cuánto haga. ¿Todavía no me van a pagar tanto como a ese tipo [DiCaprio] por mi vagina?”.
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