Sentado en una butaca de una de las salas situadas alrededor del salón de lectura del Hotel Casa Fuster de Barcelona, Jeremy Thomas aguarda a que, uno a uno, los periodistas desfilemos por la habitación para hacerle, muy probablemente, las mismas preguntas. Es una eminencia del cine que ha dedicado 55 años -casi toda su vida- al séptimo arte. Y, sin embargo, su nombre no es tan conocido como debería. Es lo que tiene ser productor.
Pero este hombre relajado, al que han descrito en varias ocasiones como “muy inglés”, es la persona que ha hecho posible la existencia de decenas de películas. Él produjo junto a Bernardo Bertolucci ‘El último emperador’ (1987), filme que ganó en 1988 nueve premios Oscar, incluido el galardón a la ‘Mejor Película’. ‘Feliz Navidad, Mr. Lawrence’ (1983), ‘Crash’ (1996), ‘Soñadores’ (2003), ‘Un método peligroso’ (2011) o ‘First Love’ (2019) son otros de los muchos títulos en los que ha trabajado, a menudo codo con codo con el director de cada uno de ellos.
Thomas, fundador de la productora independiente Recorded Picture Company, ha estado estos días en Barcelona con motivo de la celebración del BCN Film Fest. El certamen ha querido dedicar su sexta edición a este productor británico, hijo del cineasta Ralph Thomas, precisamente para dar visibilidad a un trabajo imprescindible en el cine. Creativo, libre y amante de los negocios a partes iguales, el distinguido con el Premio de Honor del festival nos ha recibido y hablado de la figura del productor, de cómo entiende su trabajo o de lo que significó arrasar en los premios de la Academia con la primera película occidental rodada en la Ciudad Prohibida.
P: ¿Cómo se siente al haber recibido el Premio de Honor del BCN Film Fest?
R: Es maravilloso recibir reconocimiento y saber que la gente siente el trabajo que has hecho. Confirma que la gente sabe quién eres y lo que has estado haciendo. No es habitual que un productor reciba algo así. Así que estoy muy feliz.
P: De hecho, una de las razones por las que pensaron en usted desde el festival fue también para dar visibilidad a la figura del productor de cine. ¿Qué papel tiene un productor?
R: Ninguna película se realiza sin un productor. Por un lado, actualmente tenemos las grandes compañías de ‘streaming’, con un productor que realiza la película físicamente, pero no produce como yo. Por otro lado, hay productores como yo, que son independientes de esas compañías y por tanto independientes con respecto a las ideas y en cuanto a cómo se lanza la película.
P: Siempre ha sido un productor independiente.
R: Sí. Lo que significa encontrar mi propio material con el director o con un socio para hacer la película por mí mismo, construir la casa yo solo. Eso es un productor independiente. Hace muchas cosas. Es una persona que organiza y reúne el dinero, que promociona la película. Y también tiene una influencia en el dónde, el cómo o quién está en el filme. Otros productores sólo intentan conseguir una enorme cantidad de tiempo en pantalla, como una industria o negocio. Es difícil de explicar porque no hay dos productores que sean exactamente iguales.
P: En su caso, se involucra mucho en el proceso.
R: Bueno, en algunas películas no tanto. Pero en otras, me involucro mucho. Depende, hay películas que literalmente desarrollo junto al director, con el que tengo muy buena relación. En ese caso, estoy pendiente de la película cada día, cada minuto. Y eso sucede la mayoría de las veces. De vez en cuando, en cambio, el director no quiere que estés ahí, pero es muy raro y sólo me ha pasado una o dos veces. En ese caso, ayudo a reunir el dinero, pero no me involucro en los pequeños detalles, es más como la función de un productor ejecutivo.
P: En el BCN Film Fest se ha estrenado el documental ‘The Storms Of Jeremy Thomas’, dirigido por Mark Cousins. Juntos repasan su trayectoria en el cine de camino al Festival de Cannes. ¿Cómo fue la experiencia?
R: Fue como un viaje maravilloso de unos días con un buen amigo. Agradable, íntimo también. No hay nada mejor que estar en un coche, tener una buena conversación con buena música y bonitas vistas. Es un verdadero placer. Muy relajante, si no estás en un atasco. Y estuvimos muy contentos haciendo lo que nos gusta más, que es hablar de películas con un propósito.
P: En el documental hablan de los elementos que tienen en común gran parte de las películas en las que ha trabajado -coches, política, sexo, violencia… ¿Cómo es su cine?
R: Mi cine es muy variado. Pero es básicamente lo que inconscientemente me gustó cuando leía con la combinación de las personas que van a realizar la película (el director, el guionista…), junto a lo que pienso que podría lograr con ella en términos de obtener recursos para hacerla. No es que haya una especie de filtro. Aunque supongo que echando la vista atrás sí hay sexo, política, violencia… Pero ya sabes, así es la vida.
P: Dirigió una película: ‘All the Little Animals’ (1998). ¿Por qué decidió no explorar más esa faceta?
R: No fui director. Fui un productor dirigiendo películas. Soy productor y antes era editor. Aprendí todas las áreas del negocio del cine de mi padre y a base de estar en el negocio. Comencé a producir por error, yo quería ser director. Y lo disfruté. Luego produje mi siguiente proyecto… Y me contagió la idea de lo que podría llegar a hacer.
P: Y ha terminado dedicando prácticamente toda su vida a la producción.
R: Me siento completamente satisfecho con mi trabajo. Me siento de lo más creativo y se ven involucrados todos los elementos de la vida que me interesan: literatura, fotografía, diseño, música (…). Pero por encima de todo, disfruto de la parte empresarial. Es un juego, como un reto. Supongo que es lo que me hace inusual, que me gusta mucho la parte artística de las películas pero disfruto también el negocio que hay alrededor (…). Cuando miras la lista de películas que he hecho… La gente dice que no puede ni siquiera imaginarlo. Es una locura.
P: Bueno, lleva trabajando décadas.
R: 55 años llevo en el negocio del cine. Dejé la escuela a los 17 y fui directamente a trabajar. Llevo 55 años aprendiendo y viviendo. Comencé en el laboratorio, en el cuarto oscuro, dejando que las películas se procesaran. En toda mi vida, cada día, me ha gustado trabajar. Mi trabajo no es como mi trabajo.
P: Es una forma de vida.
R: Me di cuenta temprano. No pienso en tener vacaciones. Mi vida son unas vacaciones. Pienso en trabajar y estoy de vacaciones, así que estoy siempre trabajando. ¿Sabes? Odio estar tumbado en la playa, tomando el sol con un libro. Es terrible… No busco una vida de playa. No me gusta. Pero estoy siempre disfrutando de la vida. Y no separo mi vida entre lo que estoy haciendo y mi familia, mis nietos, mis amigos y todo a mi alrededor. Puedo trabajar todo el tiempo sin ser distante u obsesivo.
ENTREVISTA MD
Jeremy Thomas: “Llevo 55 años aprendiendo y viviendo”
P: ¿Por qué fue tan importante que ‘El último emperador’ ganara esa cantidad de premios Oscar?
R: Fue muy importante pero lo trágico de ello, que se comentó ese mismo día, fue que mientras que la película ganó nueve Oscars, los actores principales, John Lone y Joan Chen, que estuvieron increíbles, ni siquiera estuvieron nominados porque eran chinos.
Eso aún se me atraganta. Así que fue algo amargo, en cierto modo, porque ni siquiera estuvieron entre los cinco nominados (…). Al final de la noche, teníamos a los dos actores muy tristes con nosotros y todos los demás teníamos el Oscar. Fue algo anómalo y raro.
P: Y a nivel personal… ¿qué significó para usted?
R: Por todo lo demás fue ser ungido con algo que creo que me dio una especie de entrada en un mundo en el que… Con mi Oscar fui validado en América. ‘Ganaste un Oscar, el Oscar a la Mejor Película’. Fue muy bueno para mí. Ahora hace ya mucho tiempo de eso, pero en ese momento se me hizo muy fácil encontrar dinero para películas realmente grandes. Era libre. No mucho mentalmente, pero era muy libre económicamente.
Así que fue una bendición, aunque también tiene un poco de maldición para nosotros [los productores], porque es muy difícil cumplir con lo que la gente cree que puedes hacer. Creen que sabes cómo conseguir un Oscar.
P: ¿Por qué ‘El último emperador’ arrasó en los Oscar?
R: Nunca pensamos que el sueño se cumpliría cuando hacíamos la película. Pero ahora puedo ver, echando la vista atrás, por qué ‘El último emperador’ ganó nueve Oscars. Fue una de las más épicas hechas de manera analógica. Fue realmente magnífico el trabajo que había en la película. El diseño artístico, el vestuario, las localizaciones… El hecho de que China nos permitiera rodar en la Ciudad Prohibida. Fue una gran experiencia, una experiencia total en términos de realización cinematográfica, con la guinda del pastel al final.