Marc Márquez terminó cuarto a 12”6 de la cabeza, pero lo celebró como una victoria porque ha sido su gran victoria en su intención de recuperar a su antiguo yo y precisamente ahí donde cambio su vida, en Jerez, donde ese maldito julio de 2020 sufrió un apagón la magia del ocho veces campeón.
Durante el fin de semana Marc tuvo que buscarse la vida atrapando ruedas para el giro seco y en el warm up algo encontraron porque su ritmo mejoró en dos décimas. Al final esas ruedas le permitieron salir quinto y ahí el milagro era más posible que partiendo desde tercera y cuarta fila.
Jerez es circuito más de chasis que de motor y no es de los de izquierdas, sus favoritos, así que la opción de primer podio del año ante pilotos que ahora mismo son más veloces que él era una quimera. Su lucha ahora mismo es otra, la de recuperar la confianza y en Jerez ha dado varios pasos adelante aunque su hombro derecho lo siga limitando, no hay más que ver como tuvo que arrojar los guantes a la afición desde la pista por encima de la valla con la mano izquierda cuando el es diestro.
Dos datos describen su importante paso adelante, la salvada a cinco vueltas del final en la curva 13, una inclinación de 65º, y la pletórica pasada en la curva 7 del último giro a Miller, destellos del antiguo Marc aunque el puntualice que la salvada fue en una curva a izquierdas y que cuando lo pueda hacer en una a derechas ya se podrán lanzar las campanas al vuelo.