Con solo diez años, Jesús Martínez Patiño (Veracruz, 1957) ya soñaba con dirigir clubes de fútbol, pero lo que quizá no imaginaba entonces es que cincuenta años después -y tras cumplir ese sueño en México con León y Pachuca- iba a dar el salto al viejo continente para soñar también al otro lado del charco al frente del Real Oviedo.
Jesús Martínez es presidente de Grupo Pachuca desde hace un cuarto de siglo y desde hace menos de un mes nuevo máximo accionista del club español, al que llega con el objetivo de que con su gestión la ilusión de su afición por el fútbol “se acreciente cada día un poco más”, asegura en una entrevista con EFE.
Lleva menos de 24 horas en Asturias pero ya ha tenido tiempo para ver un amistoso de su nuevo equipo -militante en Segunda División-, reunirse con todos los estamentos que rodean el día a día del club y, cómo no, también para pisar el césped de un estadio Carlos Tartiere donde quiere cosechar éxitos deportivos.
Tras comprarle el 51% de las acciones “al ingeniero Slim”, se muestra agradecido por los pilares que ha dejado construidos el Grupo Carso en el club y estudia ya la cifra de una ampliación de capital con la que no contaba pero que se hace necesaria: “hay que tener buenos jugadores, un proyecto viable y una pasión por el trabajo que, como poco, sea similar a la que tiene la afición por su equipo”.
¿Cómo han sido las primeras horas en España?
¡Me han recibido con mucho cariño! En Madrid además tengo amigos especialmente queridos, como el presidente del Atlético de Madrid, con el que comí, y también pude departir con Tebas y con Rubiales, presidentes de LaLiga y de la RFEF. Qué decir desde que llegué a Asturias, desde que llegué me hicieron sentir como en casa.
Llegó justo a tiempo para ver la primera victoria de pretemporada…
Lo primero que vi al entrar al estadio fue a todos los aficionados volcados con su equipo, y ya sabe, me emocioné mucho. Es que soy muy apasionado, veo todo el fútbol que puedo, y estaba casi lleno. ¿Sabe qué me llamó la atención? Vi muchos niños, y eso me fascina, percibí mucha ilusión en definitiva.
¿Eso le motiva más si cabe?
Es que nosotros estamos aquí precisamente para eso, para incrementar la ilusión de la gente. Administramos esa pasión que tienen los aficionados, pero ellos siguen siendo los dueños. Lo que adquirimos nosotros es una responsabilidad para con ellos, que son lo importante. Y lo hacemos ahora en un club histórico, con su afición volcada. Esa es la motivación.
“Estamos aquí para incrementar la ilusión de la gente”
¿Cómo se consigue poner el foco en el aficionado? Parece más fácil decirlo que lograrlo…
Eso marca la diferencia, es bien importante lograrlo y se consigue a través de nuestro modelo, que es diferente porque tiene impacto en lo social, en lo educativo y en la salud. Y todo ello lo complementamos con lo deportivo y lo económico, claro, porque al final eso es lo que hace viable lo primero. Si el equipo no es exitoso va a ser muy difícil lograr que todo ese trabajo revierta en el aficionado, en las personas.
¿Puede soñar Oviedo con albergar universidad, centro médico o museos ligados a su club, como tiene Pachuca en México?
Así va a ser. Si Dios quiere, con el trabajo y la pasión que vemos aquí, más el agregado de nuestro Martín Peláez, se puede conseguir. Martín es el primer presidente del Grupo Pachuca que no es de mi familia, pero es como si lo fuera. Y todo queda en casa. Mi hijo es el presidente de León, mi esposa es la rectora de la Universidad del Fútbol, mi hija Gaby es la directora de comercialización, mi hija Pauli es la de nutrición y mi sobrina está al frente de la nutrición y la restauración. Todo eso lo queremos implementar aquí. Es un modelo que llevamos trabajando desde hace más de 20 años en Pachuca, que ya replicamos en León y que se está replicando ahora Chile, ¿por qué no replicarlo en España, en el Oviedo, el día de mañana?
Carso no logró hacer viable al club, pero si lo liberó de toda deuda, ¿es el Oviedo una especie de lienzo en blanco?
Tengo que agradecerle mucho a don Carlos Slim, gran amigo y un gran maestro para mí. Sin él, el Oviedo no hubiera sobrevivido a la situación de quiebra que atravesaba. Han hecho una gran labor y hay que agradecerles que, a pesar de tener ofertas de compra superiores a la nuestra, se inclinaran por el Grupo Pachuca. Siempre le estaré agradecido por ello y eso implica más responsabilidad si cabe a la hora de sacar este club adelante. Aprovechando los cimientos que ya dejó Carso, claro.
Se han agotado las primeras remesas de equipaciones y hay buen ritmo de renovaciones, ¿ha ilusionado su llegada?
Esos datos son una respuesta al amor que esta afición le tiene a su club, no a nuestra llegada. Nuestra responsabilidad es que esa ilusión se acreciente, que cada día sea mayor. Para eso hay que tener buenos jugadores, un proyecto viable y la misma pasión por el trabajo que ellos tienen por su equipo. También respetar a los medios y trabajar con ustedes de la mano, aceptar la crítica y ser autocríticos cuando hay serlo. Es una responsabilidad hermosa la que hemos adquirido con la gente.
¿Va a necesitar una ampliación de capital para cumplir con ella?
Yo creo que sí. No tenía en mente la ampliación de capital, yo únicamente pensaba en pagarle al ingeniero Slim (risas). Pero sí, se necesita y la haremos. Vamos a hacer números en las próximas horas para ver de cuánto tiene que ser esa ampliación, y quizá la semana próxima sepamos algo.
“Sin Carlos Slim, el Oviedo no hubiera sobrevivido”
¿Puede esperar la afición algún fichaje más cuando haya masa salarial?
Veo la plantilla muy completa y anteayer mismo se sumó una pieza más con Ángel Montoro. Pero si el director deportivo y el míster necesitan otro refuerzo más, haremos el esfuerzo para traerlo, sin duda.
Al frente de todo, Martín Peláez…
Es un hombre muy inteligente, con mucha pasión y muy íntegro en todos los aspectos. Tiene grandes cualidades para trabajar en equipo. Era el vicepresidente del Pachuca y el director del salón de la fama y de nuevos proyectos del Grupo, y por si todo eso fuera poco, tiene raíces asturianas. Imagina el sentimiento que tiene: viene con mucha emoción y mucho compromiso para sacar adelante este proyecto.
Gaby, su esposa, ¿qué papel va a tener en el proyecto?
Tendrá un papel muy importante. El próximo mes vendrá a Oviedo, ya la verán. Es muy trabajadora y con su gente creó la Universidad del Fútbol: mercadotecnia, investigación, doctorados, maestrías… No hay equipo en el mundo que tenga tan formación integral.
¿Ha podido charlar con César Martín de la Fundación del club?
¡Claro! Incluso le invité a México. Es un proyecto que me encanta. Me hubiera gustado verlo ya de hecho, pero por tiempos no se pudo aún. Mis hijas están al frente de ello en México, yo siempre estoy pendiente y vendrá a Oviedo también Cristina Islas, directora de la Fundación Pachuca. Ella trabajará sobre el terreno con César.
Ciudad deportiva, mejoras en el estadio… ¿es pronto para hablar del fondo CVC?
Había cierta prioridad en lo referente a las mejoras del estadio y nosotros queremos mejoras por todos lados, claro. Pero lo cierto es que ahora estamos enfocados en tener una plantilla muy competitiva y en que esa primera mejora sea el equipo con el que salgamos a competir en la primera jornada de liga.