El Sevilla y el Athletic Club protagonizan en el Sánchez Pizjuán un duelo de enjundia, un clásico del fútbol español en el que está en liza la lucha por Europa y que quedará grabado en el corazón de un campeón del mundo como Jesús Navas, que, a sus 34 años, cumple 500 partidos oficiales con el equipo de su vida.
En el arranque de 2020 en el estadio sevillista, Navas, el menudo carrilero derecho que lleva dieciséis temporada destacando por sus galopadas por la banda y sus medidos centros, fue el gran protagonista en los prolegómenos del choque, al recibir el homenaje tanto del Sevilla y del sevillismo como del Athletic de Bilbao.
Acompañado por su esposa y sus dos hijos, el ‘Duende de Los Palacios’, que, de la mano de Joaquín Caparrós, que dirigió a ambos equipos, debutó con 18 años en la Liga un 23 de noviembre de 2003 en el campo del Espanyol, recogió en el centro del campo una camiseta del Sevilla enmarcada con el dorsal 500 en homenaje a su efemérides.
El Athletic se sumó al homenaje al palaciego, emblema y leyenda viva del sevillismo, entregándole una camiseta rojiblanca con el mismo dorsal 500 por su récord de partidos oficiales con su equipo de siempre: 362 de Liga, 55 de copa, 5 de la Supercopa de España y 2 de la de Europa, 46 de la Liga Europa/Copa de la UEFA y 30 de la Liga de Campeones.
La emotividad presidió los prolegómenos del primer choque del año en Nervión, pues el pequeño Biel Vargas, futbolista del conjunto gerundense del Perelada que se recupera de una operación de corazón e invitado al partido por el Sevilla, cumplió su sueño de depositar un ramo de flores en el lugar del campo donde sufrió un paro cardiaco Antonio Puerta, fallecido en agosto de 2007.
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