Con 21 candidatos declarados y alguno más pensándoselo, el Partido Demócrata de Estados Unidos se enfrenta a unas primarias aún más embarulladas que las del Partido Republicano en 2016. Hay pocos que puedan a estas alturas navegar entre la ensalada de nombres y arrojar algo de luz sobre las claves de los próximos meses. Muchos acuden a Jim Messina (Denver, 1969), el jefe de la campaña de reelección de Barack Obama en 2012, un trabajo que le colocó en el olimpo de los estrategas políticos de Estados Unidos.
Messina atendió a EL PAÍS después de debatir durante una hora con el republicano Karl Rove en la Conferencia Global anual del Milken Institute, que se ha celebrado esta semana en Los Ángeles. Sobre el escenario aportó el siguiente dato: “Ahora mimos el mayor grupo de votantes volátiles es el de madres solteras con 2,6 trabajos a las que les preocupa quién lo va a hacer mejor para ellas y sus hijos”. Así que la conversación empieza con las claves para convencer a esas mujeres.
“Hay que tener una agenda progresista, hablar de empleo y de dónde va a salir”, razona Messina. “Hay que ser generalista, involucrar a todos los ciudadanos. Los votantes indecisos (swing) están ahí y no están sintiendo que la economía vaya genial, no lo están viendo. Les están preguntando a los dos partidos quién lo va a hacer mejor y quién va a preocuparse de mi familia”.
Messina cree que, bajo la tormenta de tuits, la clave de la elección de Donald Trump en 2016 fue la economía. “Me sorprendió que él ganara la narrativa económica”, afirma. “El ganador de la pregunta quién sería mejor para la economía ha ganado las últimas seis elecciones presidenciales. Él ganó esa narrativa. Los demócratas tienen que ganar esa narrativa. Si lo consiguen, ganaremos”. Por eso viene advirtiendo hace semanas de que el senador Bernie Sanders, cuyas ideas de hace cuatro años hoy son están en el centro del discurso demócrata, está demasiado a la izquierda para ser el nominado. “Puede gustar a una parte de la base, pero no creo que le guste a la mayoría de los demócratas”, opina.
Hay tantos candidatos en este momento que no hay sitio para todos en el primer debate de primarias, que se celebrará en junio. Messina no ve ningún problema. “Creo que el contraste de ideas es muy importante en las primarias demócratas. En su país han tenido un gran debate sobre Cataluña durante todo el pasado año y eso es bueno para el país. Tenemos que seguir discutiendo qué significa ser un demócrata. Y los demócratas no deben tenerle miedo, tener esas peleas es bueno y sano. Creo que va a ser muy sano para el partido”.
En el capítulo de favoritos, Messina no tiene apuestas sorprendentes. “El exvicepresidente Biden y Bernie Sanders tienen el apoyo y los recursos para hacerlo muy bien. Creo que Kamala Harris y Beto O’Rourke van a ser capaces de recaudar mucho dinero. Pete Buttigieg lo está haciendo bien ahora. Creo que vamos a ver un par de candidatos más en las próximas dos semanas (un día después de la conversación comenzó el rumor de que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, prepara su candidatura presidencial)”.
Y recomienda ignorar completamente las encuestas. “Falta mucho tiempo. La gente se olvida de que estas encuestas no importan una mierda. Hace ocho años, Hillary Clinton iba 30 puntos por delante de Barack Obama. Rudy Guliani iba por delante de John McCain. Ninguna de estas encuestas importa”.
Hay varios datos que invitan a ser positivo respecto a las posibilidades de los demócratas en 2020, según Messina. “Primero, tenemos el mayor número de candidatos demócratas de la historia. Todos tienen cosas buenas. Creo que vamos a tener un nominado muy fuerte, que se habrá bregado en las primarias, cosas que Hillary Clinton no hizo”. En segundo lugar, “el presidente tiene un historial de actuaciones, cosa que en 2016 no tenía”.
Y en tercer lugar está el hecho de que “Trump tiene el peor índice de aprobación en este momento que ningún otro presidente que se haya presentado a la reelección en mi vida”, dice Messina, que en 2012 tuvo en encargo de construir la narrativa para reelegir a Obama en pleno ascenso del extremismo republicano y con serias dudas entre los propios demócratas sobre su reforma sanitaria. Antes de que alguien le acuse de optimismo, añade: “Dicho esto, el país está muy dividido y va a ser una elección ajustada”.
Si no pasa nada grave, el candidato que salga de estas primarias se enfrentará a Donald Trump, un hombre del que se reía medio país hace cuatro años y hoy se sienta en la Casa Blanca. Se pueden sacar lecciones de lo que ocurrió entonces. La más importante, según Messina, es que “Donald Trump es el mejor candidato de redes sociales en la historia de la política mundial. Continuamente está definiendo los términos del debate. Suelta cosas locas y hace que todo el mundo le conteste. Eso es muy importante”.
Por eso tiene una recomendación general para los candidatos. “Hay que estar centrado en tu mensaje, no estar persiguiendo la bolita todo el rato, no llamarle la atención de las locuras cada vez que las dice”. Sea cual sea la versión del Partido Demócrata que llegue a noviembre de 2020, “tienes que estar centrado en tu mensaje y no dejar que Trump construya la narrativa”.
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