Los Miami Heat lo tienen claro. Una historia, por bonita que sea, sólo se contará por los siglos de los siglos si el protagonista es el campeón porque de los demás no se acuerda nadie. El conjunto de Florida, siguiendo con su práctica rutina de ganar el primer partido de la serie en estos playoffs, asestaron un duro golpe a los favoritos Celtics con una victoria en el elegante TD Garden para cargar todavía de más presión al subcampeón en la apertura de las Finales del Este (116 – 123).
Lo hicieron dejando huella, abanderando eso que llamar la cultura de los Heat: la remontada de turno -Boston ganaba 71-59 al principio del tercer cuarto-, la pizarra de Spoelstra y, sobre todo, la diversión de Jimmy Butler, tan a gusto con sus 35 puntos -12/25 en tiros de campo-, 5 rebotes, 7 asistencias y, el muy ‘canalla’, 6 robos. Porque Butler te roba la moral y también el balón, además de engañar, siempre más modesto en la primera parte para acabar de desmelenarse en la segunda (15 tantos en la primera mitad y 20 en la segunda).
Jimmy ‘Buckets’, el que tan ‘sembrado’ anda en estos momentos que hasta es capaz de prever un tiro fallado antes de que se estampe en el hierro para ir a buscar el rebote, le ganó el pulso individual y colectivo a Jayson Tatum, liderando a los verdes con 30 puntos -9/17 en lanzamientos-, 7 rebotes y 1 asistencia. Y que nadie dude de sus Heat, porque Jimmy salta:
“¿Qué si pensaba que llegaríamos lejos en los playoffs tras el play-in? Maldita sea, lo hicimos. Maldita sea, lo hicimos. Y lo mejor de esto es que no nos importa lo que ninguno de vosotros penséis… No nos importa si nos escogieron para ganar”, espetó, alto y claro, Butler en rueda de prensa tras el encuentro, acordándose de los gritos de la afición de Boston de que querían a Miami como rival.
No hay equipo que sea más de su entrenador que estos Heat, con Butler como autor de esta increíble historia y Erik Spoelstra como pensador, el tipo al que nunca se le acaban las ideas ni la manera de motivar a sus hombres, que, quizá un poco más desde la emoción que desde la táctica, se ventilaron en un plis plas en un la ventaja que con tanto mérito y creatividad habían construido los Celtics, del 71-59 de inicios del tercer parcial al 72-72 en apenas dos minutos.
Una fulgurante reacción que provocó el severo enfado de Joe Mazzulla, el técnico ‘rookie’ que tan rápido está aprendiendo pero que no pudo contener la impotencia del novato, tirando la pizarra ante sus jugadores en un tiempo muerto. No hubo contrarréplica de sus chicos después de haberlo bordado en la primera parte, superados por el fenómeno Butler, bien apoyado por los 20 tantos de Bam Adebayo y de los demás.
Tan puntual va todo en estos Heat y tan sincronizado va todo el mundo, que anoche hasta cuatro jugadores terminaron con 15 puntos: Max Strus, Gabe Vincent, Caleb Martin y Kyle Lowry. Y todos ellos, para acabar de rizar el rizo, con 3 triples cada uno para explicar el demoledor 51,6% de Miami desde el perímetro -16/31-, frente al correcto 34,5% de los Celtics, con un 10/29.
A Boston se le fue absolutamente todo de las manos en el tercer cuarto con un inasumible parcial de 46-25 para el equipo de Florida. Hasta entonces -y gran parte del encuentro-, se le habían caído los puntos con su exuberancia en ataque, una preocupación demostrada para Miami, que necesitará ajustarse para evitar la cascada ofensiva verde, sobre todo a la que baje su acierto en los triples.
Los Celtics impartieron una clase magistral de cómo derribar una y otra vez una zona -fluctuando entre las disposiciones 2-3 y sobre todo 3-2-, con Marcus Smart poniendo el toque de corneta. Es divertido ver jugar al base, imagen representativa de lo que son estos Celtics, en los que todos pueden hacer de todo. Con 13 puntos y 11 asistencias, el base hizo a veces de base puro dirigiendo, a veces de elemento disruptivo para romper la zona penetrando tras la circulación, a veces de continuador con el short roll para atraer y sacar fuera para encontrar a los tiradores.
Boston movió con rapidez a inteligencia el balón, separando la zona acumulando jugadores en un lado con dobles bloqueos y luego cortando al aro o hallando a tiradores liberados. Otras veces se aprovechaba simplemente de la superioridad de tamaño de Tatum o Jaylen Brown -22 puntos con un 10/21 en tiros para el escolta-, para atacar la primera línea de la zona con unos Celtics que se lo sabían bien para eliminar la protección del aro de los Heat, hurgando en la desventaja de jugar en muchos momentos con un solo grande -Bam Adebayo o Kevin Love-.
Robert Williams III –14 puntos-, sellaba al interior rival moviéndose a un lado con su amenaza de recibir balones doblados o a veces la simple presencia de Al Horford en el perímetro alejaba al protector del aro de la pintura. También con un pick and roll en la cabecera les bastaba a los Celtics para vaciar la pintura de Miami. Malcolm Brogdon encabezó como casi siempre la aportación desde el banquillo con 19 puntos, seguido de los 11 de Derrick White.
Pero el equipo de Joe Mazzulla dilapidó su ventaja en dos minutos al inicio del tercer cuarto en una aparente y repentina desconexión en una abrupta caída del orden a la anarquía en ataque. “Perdimos nuestro propósito en equipo, la disciplina del plan de partido, nos alejamos de quienes somos. Perdimos el sentido de la urgencia”, lamentó Mazzulla. Sería que sintió que sus jugadores le desobedecían y de ahí ese monumental mosqueo.
Los Heat, que pasaron de 40 puntos recibidos en la pintura en la primera parte a 22 en la segunda, recibieron con gusto las concesiones de Boston, degustando cada transición pero también pasando a encontrar un hilo argumental en ataque.
Jimmy Butler pasó a ese punto en el que hace lo que quiere obteniendo el cambio que quiere aprovechando que los Celtics lo cambian todo, pero Miami también le preparó todo para que explotara, con un mejor spacing y haciéndose de oro atacando a Robert Williams III, que acabó como el peor de Boston, con 14 puntos pero también un -14 en cancha.
Butler, que ya había dejado visos en el primer tiempo de lo que podía hacer con el pívot si se quedaba con él en el cambio, hizo mucho daño en el pick and roll. Los Celtics se negaron a concederle ese cambio y enviaron ayudas pero Jimmy sabe leer perfectamente esas situaciones y ante la acumulación de jugadores siempre acaba encontrando también al tirador liberado.
Pero Bam Adebayo también hizo lo suyo, incomodando a ‘Time Lord’ con su tiro de media distancia y apilando puntos tras rebote. Su creciente agresividad para atacar el aro con el espacio que le conceden flotándole está dando mucho a los Heat, al tiempo que su creciente rendimiento es un reflejo de la cada vez también mayor confianza de Miami. Los Celtics se lo van a tener que currar.
BOSTON CELTICS
116123
MIAMI HEAT
Boston Celtics: Tatum (30), Al Horford (7), Williams III (14), Brown (22), Smart (13).
Banquillo: Brogdon (19), White (11), Pritchard.
Miami Heat: Butler (35), Love (8), Adebayo (20), Vincent (15), Strus (15).
Banquillo: Martin (15), Lowry (15), Zeller, Robinson.
Parciales: 30-28/36-29/25-46/25-20
Árbitros: Rodney Mott, Marc Davis, Ed Malloy.
Incidencias: primer partido de las Finales de Conferencia del Este disputado en el TD Garden de Boston ante 19.156 espectadores. Los Heat ganan 1-0 en la serie.
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