No tuvo su mejor noche pero le bastó con espabilarse en los minutos finales para dar una alegría mayúscula a su equipo y a su público. Jimmy Butler, con dos canastas maravillosas cuando el reloj se acercaba al desenlace del partido, dio la victoria por 116-109 a los Miami Heat, que dejan a los Golden Warriors desesperados tras su cuarta derrota consecutiva lejos de casa.
Primero, con 1:48 por disputarse, el líder de los floridenses se inventó un dos más uno tras reverso que puso por delante a los suyos. El alero terminó con 23 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias a pesar de haber metido tan solo 6 de 17 en tiros de campo y 2 de 7 en triples. Y todavía quedaba la jugada definitiva.
Después de encadenar varios ataques con fallos por parte de ambos equipos, fue él mismo quien enfrió las posibilidades de prórroga al meter un canastón delante de Klay Thompson, incapaz de frenarle ni con la mejor de sus defensas. Un par de jugadas de manual para uno de los jugadores más talentosos cuando la pelota quema y que dejaron a los vigentes campeones muy dolidos.
El encuentro, que tuvo sus idas y venidas, contó con el protagonismo de Max Strus, máximo anotador del choque con 24 puntos partiendo desde el banquillo. Por parte de Golden State, Stephen Curry logró un triple-doble de 23 puntos, 13 rebotes y 13 asistencias, una rareza en él (es su décimo en toda su trayectoria) que no evitó la quinta derrota del año para unos Warriors que presentan el mismo balance que los Heat a estas alturas (3-5).