Había finalizado el partido del Metropolitano entre el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen cuando desde la sala VOR alertaron a Clement Turpin, árbitro del partido, de una incidencia en el área del conjunto alemán. Un jugador había tocado el balón con la mano y tras revisar la jugada en el monitor, decidió señalar penalti.
Locura en el feudo colchonero, con los futbolistas de ambos equipos enfrascados en una discusión alrededor del colegiado y con varios del Leverkusen tratando de pisar el punto de los once metros.
Carrasco cogió el balón. Pero hubo un compañero que se lo pidió: Joao Félix. El portugués, que entró en el terreno de juego en el minuto 86 de partido pese a que el Atlético necesitaba un gol para seguir vivo en la Champions, quiso asumir la responsabilidad. Estaba fresco y pidió lanzar el penalti al belga, con el que habló durante unos segundos.
Pero Carrasco estaba con confianza, y le negó esta posibilidad al luso. El curso pasado, con el choque ya acabado, decidió lanzar una pena máxima ante el Espanyol. Marcó y dejó los tres puntos en el Metropolitano. Ayer no tuvo la misma fortuna, pero sus compañeros cerraron filas en torno a él una vez acabado el choque. “No es culpa de Yannick. Hay que tener huevos para patear el penalti”, dijo Rodrigo de Paul. En la misma línea se expresó Molina. “Hay que tener dos huevos grandes para tirar el penalti”, señaló.
Así lo vio Simeone
También habló de Carrasco y el penalti Diego Simeone. “Como fue con el Espanyol en el último minuto. Agarró la pelota en un momento difícil porque había que ganar. Pateó contra el Real Madrid y es uno de los pateadores que pueden hacerse cargo. Es valorable esa confianza”, indicó. Y añadió: “No estoy de acuerdo en lo que comentas pero lo acepto porque es una opinión. Griezmann estaba muy cansado. Carrasco agarró la pelota en cuanto el árbitro fue al VAR. Si un jugador pide un penalti como lo pidió Carrasco, los compañeros se lo dan. Si sale mal salen opiniones como la suya que no comparto”.