Joaquín Sánchez pronunció este domingo, desde el escenario situado delante de la grada de Gol Sur del Benito Villamarín, las palabras que los aficionados del Real Betis llevaban semanas esperando escuchar: “No sé si voy a fastidiar un plan que tengo por ahí, pero lo siento mucho. Voy a seguir un año más”, instantes antes de que sus compañeros rompieran en una atronadora ovación, lo mantearan y le hicieran el clásico pasillo de collejas que suelen dedicar a los entrenamientos a los que cumplen años o tienen algo que celebrar.
Joaquín Sánchez, que el próximo 21 de julio cumplirá 42 años, ha decidido hacer caso al clamor popular y a su propia conciencia y va a seguir jugando al menos un año más. Hace meses él mismo dejó abierta en par en par la puerta de su retirada, al ver que apenas jugaba -solo ha sido titular en dos partidos de Liga de los dieciocho en que ha participado-, aunque con la Copa del Rey y la Europa League acumula un total de 12 titularidades en 32 partidos en lo que va de temporada, y en casi todos ellos aportando al equipo su innata -y a lo que se ve inagotable- calidad.
Joaquín, en 2008, cuando ganó la Copa del Rey con el Valencia
De las botas de Joaquín nació el pase a Canales que permitió a Borja Iglesias anotar sobre la bocina el gol al Rayo que evitaba la prórroga y metía al Betis en la gran final copera, donde el portuense -que en el Mundial de Corea y Japón de 2002 falló un penalti que aún hoy le debe pesar- transformó con suspense el segundo de la serie, colaborando de manera decisiva a ganar la Copa con la que soñaba tras regresar a un Betis recién ascendido, procedente de la Fiorentina, en el verano de 2015.
Joaquín se propuso desde ese mismo día, en el que el beticismo le dedicó un recibimiento multitudinario, que antes de retirarse en el Real Betis debía al menos pelear por ganar de nuevo algún título, como hizo en 2005, un año antes de ser traspasado por 25 millones de euros al Valencia.
En 2105 el Real Betis estaba saliendo de un concurso de acreedores y sus palabras parecían una quimera. Pero el sueño de Joaquín se hizo este sábado realidad: ganó su segunda Copa con el Betis y ya se podría retirar tranquilo. El cuerpo, sin embargo, le sigue pidiendo marcha.
Y de cuerpo anda impecable, como pudo comprobarse este lunes, cuando el Betis publicó en sus RRSS una foto suya, desnudo, posando con la Copa ganada en la Cartuja, un calco de la que se hizo tras ganar la Copa con el Valencia en 2008 en el Vicente Calderón. Ahora está incluso más fuerte que hace catorce años. “Más fuerte que el vinagre”, dice él.
Al gran capitán bético le queda cuerda para rato. Su próximo objetivo, meter al Betis en Champions; el siguiente, cumplir 600 partidos de Liga en Primera -lleva 596-, lo que solo ha logrado Zubizarreta (622), cuyo récord de partidos jugados parecía inalcanzable para todos, menos para este inimitable Joaquín, que será genio y figura… hasta que el cuerpo aguante. Y va para largo.