“El primer ministro quiere que esta reorganización siente los fundamentos para el gobierno ahora y en el futuro”, dijo una fuente de su oficina en Downing Street.
El primer ministro británico, Boris Johnson, introducirá cambios en su gobierno este jueves, nombrando un equipo con el que espera encarar su visión del Reino Unido más allá del Brexit y sanar las divisiones tanto en el seno de su Partido Conservador como en su país.
No se espera que los cambios sean tan explosivos como han sugerido algunos comentaristas, atendiendo al conocido deseo de su máximo asesor, Dominic Cummings, de llevar a cabo una reorganización radical del gobierno que encaje con la idea de Johnson.
En su lugar, una fuente de su oficina dijo que Johnson buscará acoger nuevos talentos, sobre todo entre las mujeres, en las segundas filas del gobierno, al tiempo que recompensará a los leales que le ayudaron a lograr una amplia mayoría en las elecciones del año pasado.
Por ahora no se espera que Johnson introduzca muchos cambios, aunque comenzó la tarea con el despido del ministro para Irlanda del Norte, Julian Smith. Hace tan solo un mes, Smith ayudó en la restauración del gobierno norirlandés, tres años después del colapso de un acuerdo para compartir el poder.
“El primer ministro quiere que esta reorganización siente los fundamentos para el gobierno ahora y en el futuro“, dijo una fuente de su oficina en Downing Street.
“Quiere promocionar a una generación de talento que será promovida más en los próximos años. Recompensará a los parlamentarios que trabajaron duro para cumplir las prioridades de su gobierno para subir el nivel en todo el país y cumplir el cambio por el que la gente votó el año pasado”, agregó.
Varios funcionarios conservadores indicaron que ahora no es el momento para ejecutar la transformación radical del gobierno que muchos habían anticipado. Cummings, que trabajó con Johnson en la campaña por el Brexit, lleva tiempo pidiendo cambios.
Esto sería costoso, señalaron, además de disruptivo en un momento en el que Johnson debe mantener buenas relaciones con los votantes que le concedieron una mayoría tan amplia, muchos de ellos tradicionales seguidores de la principal formación opositora, el Partido Laborista.
(Rts)