Jordi Fernández (Badalona, 1982) nos atiende después de llevar a los pequeños a la escuela en uno de sus pocos días libres que le quedan esta temporada. Apenas han pasado dos semanas de la eliminación de los Denver Nuggets en primera ronda de playoffs después de otro año complicado por las lesiones. El entrenador asistente, miembro esencial del cuerpo técnico liderado por Michael Malone, reconoce que los últimos años, con la pandemia de por medio, han hecho todavía más duro su trabajo y que está contento de poder descansar un poco. El lunes vuelve a la carga con la planificación del próximo curso, pero antes atiende telefónicamente a Mundo Deportivo para hablar de Nikola Jokic, recién nombrado MVP de la temporada regular por segunda temporada consecutiva, el equipo y sus ambiciones profesionales.
¿Qué siente un entrenador al enterarse de que su jugador repetirá como MVP de la NBA?
Mucho orgullo, estamos muy contentos por él. Es muy difícil tener un MVP en tu equipo, y serlo dos años consecutivos tiene mucho mérito. Gran parte del mérito es suyo, por el trabajo, su rendimiento, y el otro es del equipo en conjunto. Sin sus compañeros y todos los que formamos parte de la franquicia, desde los fisios hasta el dueño, todos le hemos podido ayudar un poco para que lo consiga. Él siempre lo dice, solo no lo conseguiría.
El papel de un entrenador es enseñar y acompañar a sus jugadores, ¿pero qué aprende un técnico de un jugador del calibre de Jokic?
Aprendes mucho, Nikola me ayuda a ser creativo. En el día a día él te permite hacer cosas que son difíciles de ver. Un jugador tan grande que puede jugar en cualquier posición, te ayuda a alejarte de soluciones tradicionales a nivel táctico. Nosotros jugamos mucho a través de él con el mano a mano. Nos convierte en un equipo bastante único en nuestro sistema de juego.
Te has encargado de grandes estrellas en el pasado, y has trabajado con Kyrie Irving, LeBron James y el propio Jokic muy de cerca. En la NBA no hay malos jugadores, pero ¿qué hace destacar a los mejores?
Esto pasa en todas las ligas. Los profesionales son especiales, pero dentro de este grupo hay quienes marcan la diferencia. Son los que te permite hacer cosas especiales, ganar títulos. En términos estadísticos, son quienes dan mejor rendimiento y más producen. Al final, como en la mayoría de trabajos, la producción es lo que cuenta. Nikola es el primer jugador en la historia que mete 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 500 asistencias en una temporada. Eso ejemplifica cómo nos lidera sobre la cancha, y luego su faceta vocal liderando al grupo en el vestuario. Esto pasa en Estados Unidos y en Europa. Si te fijas en cualquier equipo, rápidamente puedes identificar estos líderes que marcan la diferencia.
“Si le tienes que enseñar algo, él es muy receptivo. Eso facilita mi trabajo, puedo acercarme a él”
La selección del MVP últimamente acarrea algo de polémica. ¿Qué se les puede decir a quienes ponen en duda los méritos de Jokic?
No ha sido un resultado muy apretado, ha habido bastante diferencia. Todo el mundo puede opinar y valorar qué es lo que significa. En este caso, para mí, se trata del jugador que más ha marcado la diferencia. Nadie antes había logrado sus estadísticas este año, y eso habla de su impacto en el juego. Para mí es bastante claro, pero las otras opiniones son respetables.
Tus colegas de profesión siempre te han elogiado por ser un gran profesor de los talentos más jóvenes. ¿Qué huella de ti hay en el Jokic que vemos ahora?
Más que huella mía, realmente es la que él deja en mí. Los entrenadores aprendemos de los jugadores y los grupos para lidiar con distintas situaciones. Él es muy fácil de entrenar, entiende todos los conceptos y comunica muy bien sobre la pista. Este año me he encargado de la defensa del equipo, y él es un punto de referencia por su buen entendimiento del juego. Si le tienes que enseñar algo, él es muy receptivo. Siempre se reta a él mismo para mejorar. Eso facilita mi trabajo, puedo acercarme a él. Esto no ocurre tanto en el mundo del deporte profesional, no es tan fácil acceder a ellos. Hay quienes son demasiado sensibles de sus errores o las cosas a mejorar.
“Hemos trabajado con muchas referencias de Gonzalo Pérez de Vargas. Su trabajo se puede traducir defensivamente al baloncesto”
¿El MVP todavía tiene que pulir detalles? ¿Cuáles?
Él va a seguir mejorando su tiro exterior. Cuando acierta de tres complica todavía más su defensa, aunque ya es casi indefendible. Este año ha sido un reto, porque nos faltaban dos de nuestros mejores jugadores y eso cierra mucho el campo. Más que mejorar, en este sentido tiene que seguir creciendo. Defensivamente, a él le cuesta proteger la canasta. Lo dicen los números. Es bueno con las manos, su anticipación es de la escuela Serbia. Podría jugar a vóleibol, balonmano, a todo bien. Su coordinación es muy buena, y hemos trabajado con muchas referencias de Gonzalo Pérez de Vargas. Su trabajo se puede traducir defensivamente al baloncesto. Al principio se decía que sufría mucho detrás, pero para mí es un jugador de la media hacia arriba en defensa. El rebote defensivo es lo que más cuenta, y él es de los mejores en eso.
¿Cuál dirías que es la característica más infravalorada de Nikola? ¿Por qué?
La defensa sí, él puede sufrir más los uno contra uno ante pequeños o proteger la canasta verticalmente. Después su anticipación y capacidad de rebote, en eso tiene casi un superpoder. Hemos sido los número uno de la liga en tanto por ciento de rebotes defensivos durante años consecutivos, y eso tiene mucho que ver con él.
La franquicia tiene al Jugador Más Valioso de la competición, pero el viaje a las Finales sigue resistiéndose. ¿Es frustrante lo ocurrido estos últimos años?
Las lesiones son parte del juego, y te debes preocupar del rendimiento del equipo con lo que tienes. Estoy personalmente orgulloso de este año, a todos nos gustaría ganar, pero influyen muchos factores. Para ganar un anillo no hay que dejar de creer nunca. Tenemos un grupo especial, el año pasado se frustró todo por la lesión de Jamal y este año nos han faltado 70-80 millones en cancha. Hemos sido un grupo muy competitivo los últimos años, y con más o menos talento sobre la pista siempre hemos luchado.
¿Qué hace un entrenador de la NBA cuando se termina la temporada antes de lo deseado?
Un poco de descompresión, es muy duro. El calendario de 82 partidos, y cómo han venido las últimas temporadas con la pandemia. También fui a los Juegos Olímpicos, lo que puso más estrés en mi vida personal y profesional. Llevo 10 días libres desde que terminamos y el lunes tengo una reunión para empezar a preparar la planificación del próximo año. Quizás después del Draft sí hay dos semanas más liberadas. El tema es que en verano es cuando más puedes mejorar, y de hecho nuestros jugadores apenas descansan un par de semanas y vuelven a entrenar.
¿Esperas un verano movido o el equipo tiene claro que quiere mantener el rumbo marcado?
No es parte de mi trabajo, pero tenemos un grupo sólido. Si hay una opción de mejorar la plantilla, siempre hemos tenido la mente abierta. Nuestra dirección técnica tiene mérito, y el trabajo es excepcional. Hemos sacado jugadores en primera ronda como Jamal [Murray] y Michael [Porter Jr.], y en segunda a Nikola [Jokic], Monte [Morris]. Sacar jugadores de este nivel… para ganar una carrera de caballos primero tienes que tener al caballo ganador.
La situación del Facu Campazzo
“Que siga trabajando y esté preparado. Es duro para él, no ha tenido muchas oportunidades y se le ha dado más cancha a un novato, que al final se ha convertido en el base suplente”, explica Jordi Fernández al discutir la temporada de el argentino Facundo Campazzo.
Para el staff de Denver las aportaciones del base han seguido siendo clave durante el curso: “En cuanto ha habido lesiones o al principio, cuando estaba en rotación, nos ha ayudado a ganar partidos. Poner el equipo por delante y tener buena actitud, eso es lo que más cuenta y a él no se le puede negar eso”.
En medio de rumores sobre un posible regreso a Europa, Fernández cree que el cordobés tiene calidad y atributos de sobras para mantenerse en la NBA: “A él le habrá costado no jugar, porque es una de las personas más competitivas que he conocido, pero precisamente ese es el motivo por el que él podrá seguir en esta liga muchos años”.
Llevas ya muchos años en Estados Unidos, e incluso te han entrevistado para ser entrenador jefe de alguna franquicia. ¿Siempre has trabajado con ese objetivo en mente?
Sin duda me gustaría, pero no es un objetivo que me genere ansiedad. Creo que va a suceder tarde o temprano. Yo trato de disfrutar del presente. Como entrenador ayudante tengo progresión y cosas por aprender. Si me llegara una oportunidad ahora, siento que estoy preparado. Yo intento ser el mejor en mi papel, y mi prioridad es que el equipo llegue lo más lejos posibles. Si sintiera ansiedad por ser primer entrenador me podría ir a otra parte, pero la verdad es que aquí estoy muy contento.
“He recibido interés de un equipo de Alemania, pero sé que mi posición aquí es difícil de rechazar”
¿Te atraería la idea de entrenar en Europa? ¿Te han llamado en alguna ocasión?
Claro que me haría mucha ilusión, y es algo que me gustaría hacer en mi vida. De hecho, he recibido interés de un equipo de Alemania, pero sé que mi posición aquí es difícil de rechazar. Si se da en el futuro, a nivel táctico y de baloncesto es igual de interesante que estar aquí. Ahora mismo, para mí y la familia es importante estar aquí. Las experiencias con la España de Scariolo o la Nigeria de Brown son importantes para mí, porque las disfruto mucho y me permiten seguir conectado al baloncesto FIBA. Es refrescante y me ayuda a adoptar nuevos métodos.
¿Has hablado con Mike Brown últimamente? ¿Hay interés por parte de los Kings?
Estoy muy contento por él. Nuestra relación personal y profesional es muy buena, y yo no estaría aquí sin él. Cuando tenga todo establecido y termine la temporada con Golden State veremos. No hay nada concreto, pero todos pensamos en crecer profesionalmente. Si hay una opción la consideraré, pero sería duro irme de aquí. Si llega la propuesta de Sacramento o cualquier otra franquicia lo decidiré junto a mi mujer.
La NBA tiene muchas historias de Disney, y los últimos premios MVP lo demuestran, ¿pero la tuya no está nada mal eh?
Me siento muy afortunado, yo nunca he buscado este camino. Lo he encontrado aprendiendo y lo valoro cada día. La ilusión me hace seguir aquí, y estoy a punto de arrancar mi decimocuarto año. Es un poco el sueño americano, y lo puedo corroborar. Quienes sobreviven son quienes hacen bien su trabajo. Yo sigo siempre abierto a sumar experiencias, como los scouting con la selección o el rol con Nigeria.
Se ha derribado una barrera con la internacionalización de los jugadores, pero se ven menos entrenadores de la escuela europea. ¿Por qué crees que ocurre esto?
Yo creo que esa barrera también se ha derribado. Hay más entrenadores europeos en la NBA que americanos en la ACB. En nuestro caso tenemos a Ognjen Stojakovic, de Serbia, a Boni N’Dong, de Senegal, yo mismo… y en la dirección técnica a Martynas Pocius y Tomi Balcetis, de Lituania, Rafal Juc, polaco, y Dethie Fall, senegalés, en el equipo de scouts. Son siete perfiles de primer nivel. Evidentemente estamos más a la sombra, pero si repasas equipo por equipo encuentras mucho talento internacional.