Jon Uriarte Uranga se convirtió ayer en el trigésimo tercer presidente de la historia del Athletic. El empresario y emprendedor bilbaíno se impuso en las urnas a Iñaki Arechabaleta y Ricardo Barkala. El candidato más joven de los tres que concurrían a los comicios rojiblancos, con 44 años recién cumplidos, volvió a hacer buena la tradición que, casualmente, se encargó de romper hace tres años y medio Aitor Elizegi, su antecesor en el cargo.
Esta vez sí, esta vez el ganador de lo que en Bilbao se consideran las ‘primarias’ (la presentación de firmas para avalar la candidatura de los aspirantes al sillón de Ibaigane) también se proclamó vencedor en las urnas. Tenían derecho a voto 40.257 socios y lo ejercieron 22.689, lo que supone un 56,36% de participación. Uriarte sumó 10.979 votos (46,71%), Iñaki Arechabaleta 7.927 (33,72%) y Ricardo Barkala 4.262 (18,13%).
La intensa jornada electoral vivida en el seno del Athletic cambió esta vez de escenario. El nuevo San Mamés vino a reemplazar al propio Palacio de Ibaigane. La organización de los responsables del club bilbaíno rozó la perfección tanto para los socios y aficionados rojiblancos como para los componentes de las tres candidaturas y los propios medios de comunicación.
Los socios rojiblancos habían votado por última vez el 27 de diciembre de 2018. Aquella noche Elizegi se impuso a Uribe-Echevarría con 9.264 votos (47,90%) y Uribe-Echevarría 9.179 (47,46%). En aquella ocasión tenían derecho a pasar por las urnas 41.354 asociados y ejercieron su derecho 19.060, lo que supuso un 46 % de participación, porcentaje algo alejado del 62 % que tomó parte en los comicios de julio de 2011, cuando Urrutia se impuso a García Macua.
Aire fresco
La declaración de intenciones del nuevo máximo responsable del Athletic quedó patente desde el mismo arranque de su campaña. Su irrupción en la arena electoral coincidió con el pitido final del último encuentro de la temporada entre los leones y el Sevilla en el Pizjuán. “Tengo una vida personal y profesional con muchos proyectos y si estamos dando este paso mi equipo y yo es por sentido de responsabilidad, porque vemos que el Athletic, que dispone de una base muy sólida, está teniendo inercias negativas que están poniendo en peligro a la institución y pensamos que hay que transformarla, que necesita aire fresco”.
Uriarte no contó con excesivo tiempo para recoger las firmas que certificasen su candidatura, pero así y todo, con un original contador virtual, fue sumando adeptos hasta superar con claridad tanto a Arechabaleta como a Barkala. El primer ‘sorprasso’ de estas elecciones rojiblancas no fue tanto ayer porque, a tenor de las jornadas previas, parecía claro que esta plancha contaba con fundadas opciones de salir ganadora en las urnas.
Ni el peaje pagado a raíz del affaire de Carlos Aviña, su apuesta para la dirección de fútbol del club, sección femenina incluida, le pasó factura a nivel de adeptos. Uriarte, de hecho, concurrió ayer a estas elecciones sin presentar a ningún profesional en dicho cargo. Un dato que habla bien a las claras de la confianza que tienen los socios rojiblancos en su capacidad de maniobra. Su mensaje ha calado.
El Athletic, en definitiva, vivió ayer una intensa jornada electoral. La familia rojiblancas mostró sus preferencias a la hora de elegir al sustituto de Elizegi. Uriarte ya es presidente, pero, como suele decirse en el mundo del fútbol, lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Tiene cuatro años para gestionar con su particular estilo.