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Jordan gana su último título con su canasta más icónica

14 de junio de 1998, Delta Center de Salt Lake City, sexto partido de la serie final de la NBA entre Chicago Bulls y Uah Jazz. Faltan 17 segundos y los de Utah, con posesión y mandando por 86-85, parecen cerca de conseguir la victoria. Con 3-2 para los Bulls, el dilema es o séptimo partido o sentencia. Michael Jordan le roba un balón a Karl Malone con un movimiento veloz de manos, Jordan se hace con el balón, avanza botando hacia el campo, encaró en ‘uno contra uno’ a Bryon Russell, frenó en seco sobre su pierna derecha, cambia ligeramente de dirección con el bote y se eleva para anotar con suspensión una canasta que a 5,2 segundos de la conclusión coloca a su equipo por delante (86-87) y le da el sexto anillo de su historia.



Michael Jordan recibe de Mundo Deportivo el galardón al Mejor Deportista del Siglo, en el Hotel Westin de Valencia.

La acción, calificada como ‘The shot’ (el tiro) a raíz de la aparición de Jordan con ese título en la portada de Sports Illustrated., fue renombrada después como ‘The last shot’ (el último tiro) cuando se confirmó su retirada, ya que sería su última canasta con los Bulls, aunque posteriormente regresó a la NBA, esta vez formando parte de los Washington Wizards.

Se trata de uno de los pasajes en los que ahonda el documental ‘The last dance’ (el último baile) que se estrena este próximo lunes (en Netflix y accesible desde Movistar+) que está enfocado durante 10 capítulos en la figura de ‘Air

Ese lanzamiento histórico de Jordan marcó un punto álgido en una época dorada para la NBA y se convirtió en icónico, siendo repetido y revisionado desde todos los ángulos y con múltiples perspectivas. Se trata de una de las acciones más memorables de la historia del deporte mundial y, de hecho, en 2010 el prestigio analista John
Hollinger la catalogó como la cuarta mejor jugada individual en el top 50 de la historia de este deporte a todos los niveles.


Además de épica y plasticidad, la acción no careció tampoco de polémica: Jordan apoyó su mano en la pierna de Russell antes de su frenada y el jugador de los Jazz cayó al suelo. Todavía hoy se debate si la acción era constitutiva de falta en ataque a pesar de que Russell trató de zanjar la cuestión en 2009 al manifestar que “fuera con falta o no, él iba a anotar ese tiro”. Años después Jordan mencionaría a Russell en su discurso de ingreso en el Hall of Fame.

La acción, por supuesto, encumbró todavía más a Jordan a los altares de mejor jugador de baloncesto de la historia. En aquel encuentro firmó 45 puntos y, por supuesto, fue elegido MVP de aquellas finales.

Seis títulos de campeón, todos ellos con Chicago Bulls, promedios 30,1 puntos por partido en toda su carrera deportiva, el mayor en la historia de la competición, 10 trofeos de máximo anotador de la NBA, cinco de MVP de la temporada, seis de mejor jugador de las finales, 10 veces en el mejor quinteto de la NBA, en nueve ocasiones en el mejor cinco defensivo… Realmente la lista de galardones es realmente abrumadora.

Ese último lanzamiento en el Delta Center de Salt Lake City fue el colofón a una larga lista de momentos memorables ’ en los minutos de la verdad, en los momentos ‘calientes’, con una escalofriante cifra de 24 tiros decisivos a lo largo de su carrera en la NBA, es decir, hablamos de lanzamientos que dieron la victoria a su equipo en los últimos 10 segundos de los partidos. En definitiva, un autentico ‘killer’.


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