Jordi Fernández Torres (Badalona, 27-12-1982) siempre ha sido de esperar pero sin parar. Seguir su pasión por el baloncesto y todos sus entresijos le costó dinero y tiempo, que no disfrute, tan bien que se lo pasaba él en sus años ‘mozos’ plantándose en Estados Unidos cada verano -de 2006 a 2009-, para participar en las actividades de academia de desarrollo de jugadores Impact Basketball. Ahí es donde cautivó a Mike Brown –cuatro veces campeón de la NBA-, que algo vio para darle una oportunidad en Cleveland a en aquel desconocido -ejercía de técnico en L’Hospitalet de LEB Plata-, pero entusiasta y constante muchacho, discípulo y por unas horas sucesor anoche en Toronto.
Desarrollo de jugadores en los Cavaliers de LeBron, entrenador del filial de los Cavs en la G-League, ayudante de Mike Malone en los Denver Nuggets de Nikola Jokic, actual primer asistente de Brown en estos sorpresivos Sacramento Kings…y pionero del baloncesto español. Juancho Hernangómez -pupilo suyo en los Nuggets-, le pegó un buen abrazo a pie de pista antes del Raptors-Kings y después se vio avasallado por sus jugadores al dirigir el último tramo del triunfo de Sacramento tras la expulsión de Brown (123-124). Fue entonces cuando Jordi era consciente de lo que había hecho: llegar a ser el primer entrenador nacido en España en dirigir un partido de la NBA.
Se acaba de convertir en el primer entrenador nacido en España que dirige un partido en la NBA como primer técnico.
Personalmente me siento orgulloso, pero lo más importante es haber dado a Mike la victoria. Ha sido un gran esfuerzo colectivo, de lucha de los jugadores. Cuando al entrenador lo descalifican la mejor manera de responder es juntarnos entre todos y dar lo máximo, no buscar excusas. Y hemos acabado ganando.
¿Cómo recuerda ese momento en el que Mike Brown le dio la primera oportunidad para trabajar en los Cavaliers?
Todo el camino ha sido excepcional, haber tenido la oportunidad por aprender y la ilusión por hacerlo y por dar pasos adelante. Siempre estaré agradecido a Mike toda mi vida y también por la oportunidad que me ha dado esta temporada para ser su entrenador asistente principal. En momentos así es cuando tengo que responderle y hacer lo máximo para que los chicos compitan. Me queda un gran recuerdo y es todo lo que le debo. Espero que haya más momentos así, aunque no porque le echen.
Ha dicho alguna vez que su meta es llegar a ser primer entrenador en la NBA.
A mí esta nueva posición me hace mucha ilusión y es lo que me hace querer quedarme aquí y seguir adelante. Desde que llegué aquí (a Estados Unidos) siempre he ido dando pasos adelante, en cuerpos técnicos tan grandes hay que darlos cada día para seguir subiendo. Ahora mi rol es hacerle la vida más fácil a Mike Brown y que se pueda dedicar a lo que tiene que hacer, que tenga la cabeza fresca para tomar ciertas decisiones.
Y, sobre lo de primer entrenador, mi trabajo es hacer lo que me toca hacer, ser parte de este proyecto ilusionante, tener impacto en esta organización y que pasemos de una organización que hace tiempo que no tiene éxito a una que compite muy bien, eso es lo que más me motiva. Y en el crecimiento individual las cosas van pasando, lo de ser primer entrenador no es algo que me preocupe en mi día a día. Mi primer objetivo es dar toda mi energía como asistente aquí.
“Queremos hacer de Sacramento un equipo ganador y de play-offs”
Hablando de la organización, de los Sacramento Kings, vaya temporada que llevan. Sextos en el Oeste (15-12), rachas de 7 victorias seguidas, triunfos contra Cavaliers, Warriors, Nets, Clippers…
Tuvimos un inicio un poco difícil en cuanto a victorias. Empezamos con cuatro derrotas (0-4) y no se reflejaba cómo trabajaba este grupo. Ha trabajado bien y se han compenetrado muy bien y las victorias han llegado, y ya estamos por encima de 50,0 (porcentaje de triunfos). Todo ese trabajo se ve en la cancha, cómo disfrutan los chicos en la pista jugando juntos y sólo puedo decir cosas positivas en cuanto a organización, cuerpo técnico y el liderazgo de Mike Brown.
Hasta hace nada sólo se hablaba de que Sacramento tiene el récord de temporadas consecutivas sin ir a play-offs con 16. ¿Siente que haya esa ilusión por volver a jugar una fase por el título?
Lo que predicamos nosotros cada día es salir a competir. Y no sólo los días de partido, también en el día a día y en el trabajo que hacemos y es lo más importante si queremos llegar donde queremos llegar, que es hacer un equipo ganador y de play-offs. Los chicos han salido a jugar y hemos competido en cada partido, queremos devolver el equipo a donde se merece y eso pasa por salir a competir y, si lo hacemos, aceptaremos la victoria y la derrota. De momento, todo ha sido más positivo que negativo.
¿Cuáles están siendo las claves del éxito?
Establecer una identidad y una cultura nueva conlleva tiempo y continuidad y es lo que hemos pedido desde el primer día y los jugadores lo transmiten. Veníamos de perder contra los Sixers, uno de los mejores equipos de la liga, en una pista que aprieta, los arbitrajes a veces son rigurosos en algunos partidos y hay que saber cómo afrontar eso. Así es como se aprende tanto en la victoria como en la derrota.
Son el quinto mejor ataque de la NBA con un rating ofensivo de 114,5, el sexto que juega con más ritmo con 102 posesiones por partido y de los que acaban antes las jugadas. ¿Qué hace de los Kings un equipo diferente si hablamos del juego?
Tenemos un equipo con mucho tiro exterior y tenemos el base más rápido de la liga (De’Aaron Fox), un interior que puede correr bien el campo (Domantas Sabonis) y si esos puntos fuertes los rodeas con buenos tiradores eso hace que todo el mundo esté bien colocado, puedas hacer el campo grande y llevar a cabo un ritmo alto de juego con muchas posesiones. Pero se trata de generar tiros de calidad, de nada sirve atacar rápido con malos lanzamientos. También estamos entre los cinco equipos que más se pasan el balón, que todos jueguen, toquen la pelota, se muevan y se relocalicen es muy importante, no va sólo de jugar con ritmo. Pero después de más de 25 partidos ya no eres tan sorpresa, te conocen mejor y hay que seguir trabajando para desarrollar el juego.
“Creemos en Chima Moneke, sino, no lo tendríamos con nosotros”
En su día se criticó a los Kings por traspasar a Tyrese Haliburton a los Pacers a cambio de Sabonis (y así apostar por Fox como base titular), pero el tiempo ha demostrado lo que en la NBA llaman un ‘win-win’.
Nosotros confiamos plenamente en la dirección deportiva y, lo que está claro, es que ellos también confían en nosotros. Nos conocemos bastante bien, desde el verano nos hemos entendido y, como ves, sin saber lo que había antes, el trabajo ha sido bueno. Novedades como Malik Monk, Keegan Murray el ‘rookie’,… nos han hecho tener una plantilla competitiva. Le estamos sacando provecho.
Otra de las caras nuevas es el ex del Manresa, Chima Moneke, pero ha tenido pocos minutos y ahora está jugando en la G-League. ¿Cómo ve su situación? ¿Cree que puede llegar a tener un rol importante en el futuro?
Si no lo creyéramos, no estaría con nosotros. En 6 de sus últimos 8 partidos en la G-League ha cogido 14 rebotes o más (promedia 17,5 puntos, 11,6 capturas y 3,3 asistencias), es un jugador muy eficiente, también de cara al aro y está jugando de la manera que queremos jugar aquí. Eso tiene una proceso de adaptación, entender cómo funciona y necesita tener esos minutos de experiencia. Estamos muy contentos con él y su formación es muy importante para nosotros. En esta liga tienes que trabajar mucho para ganarte una oportunidad y él lo está haciendo. Tiene que estar preparado para que cuando le llegue el momento ayude al equipo y creemos en él.
¿Qué tiene que mejorar Moneke?
Él siempre ha sido un jugador eficiente, ya lo demostró en el Manresa, aporta mucha energía y rebotea bien, pero en la NBA su juego no puede ser exactamente igual que en Manresa, donde quizá se le pedía un rol diferente. Pero creemos que con nosotros se puede desarrollar, lo que vemos es un jugador que puede defender en muchas posiciones, rebotear en defensa y en ataque y, a partir de aquí, que siga trabajando. Su tiro de tres en la ACB e incluso en Francia ya era aceptable pero adaptarse a la NBA lleva su tiempo y en eso no tenemos ninguna duda.
Ahora que sale el tema de la ACB, ¿cree que las diferencias entre el basket europeo y la NBA se están reduciendo? Es algo que se pregunta mucha gente.
Es injusto comparar un baloncesto con otro cuando no lo has vivido desde dentro. Muchas de esas comparaciones son opiniones y, como todas, son respetables. Pero lo que creo es que la NBA es el mejor basket del mundo y, la Euroliga, el mejor basket FIB del mundo. Son cosas difíciles de comparar porque, en cuanto a talento puro y duro, la NBA se lleva el máximo talento de todo el mundo y, la Euroliga, el máximo talento de Europa. Las normas y el estilo de juego también dictan mucho, son discusiones sin mucho sentido. Yo disfruto de la Euroliga, la ACB y la LEB Oro y lo sigo haciendo, es lo que más me distrae fuera del trabajo. Aquí hay mucho trabajo en el día a día y se demuestra.
“Me gustaría tener muchos Juanchos en mi equipo”
Jugadores que parecía imposible que mejoraran sus números anotadores como Curry, Doncic o Antetokounmpo lo están haciendo y los Celtics tienen cifras de mejor ataque de la historia. ¿Qué está pasando en la NBA para que haya esa explosión anotadora?
Son tendencias del juego. Creo que, sobre todo en la liga regular y el inicio lo que prima más es el talento y lo ves en el día a día, hay jugadores extremadamente talentosos para anotar y los cambios de reglas que ha habido en la liga también favorecen a los tiradores. Pero cuando llegan los play-offs siempre pasa que las defensas suben y el juego se ralentiza. Pero, al margen de eso, son tendencias.
Salvando las distancias, Domantas Sabonis es un jugador con cierto parecido a Jokic en cuanto a su inteligencia. Es, de hecho, el segundo pívot más asistente de la liga sólo tras el serbio con 6.4 pases de canasta. En ese sentido, ¿ha trasladado cosas del juego de Denver al de los Kings?
No es una cuestión mía, es algo de trabajo en grupo y del primer entrenador, yo puedo dar mi opinión. Siendo estos dos jugadores diferentes, de Sabonis nos beneficiamos de lo bien que ve el campo, cómo pasa la pelota y lo bueno y físico que es poniendo bloqueos. Como Jokic, también es un gran reboteador. He tenido la suerte de coincidir con ellos pero también con otros grandes jugadores.
Otro jugador que tuvo en Denver fue Juancho Hernangómez. Hemos visto cómo se saludaban con un efusivo abrazo antes del partido. Todo el mundo está hablando muy bien de él
Juancho es un grandísimo profesional, un gran compañero y trabajador. No le cuesta adaptarse a una situación nueva y con el tiempo conseguirá minutos y la gente hablará bien de él, que es lo que ya está haciendo. Lo hizo en Utah, después de un año con muchos cambios tuvo una oportunidad y demostró que puede ayudar a cualquier equipo. Sólo tengo buenas palabras para él, tengo una relación muy cercana como amigo y profesionalmente, me gustaría tener muchos Juanchos en mi equipo.
¿Cómo se lleva esa presión del día a día? Su responsabilidad también es cada vez mayor.
Es una presión buena, nos gusta competir, matas el gusanillo de salir y competir. Te exige viajar mucho que eso se hace un poco más duro si tienes familia, pero luego hay otras cosas que lo compensan, como el hecho de estar con los mejores del mundo. Es un trabajo diario, no te puedes relajar, pero prepararme para cada partido me da satisfacción y confianza en lo que estamos haciendo. Así, la presión se ve de otra manera. Todo es crecimiento para mí, estoy creciendo día a día y estoy contento.