No será Gianluigi Buffon, quien con 42 años sigue batiéndose el cobre en la Juventus de Turín con un palmarés envidiable, pero José Juan Figueiras, que cumplió 41 la pasada Nochevieja, también tiene desde este miércoles un rinconcito en la rica historia del fútbol. El portero vigués fue símbolo y artífice, con diez paradas a los merengues, de la gesta del Alcoyano ante el Real Madrid, eliminando en la prórroga al conjunto blanco de la Copa del Rey (2-1).
Son precisamente Buffon y Ter Stegen dos de los porteros en los que se fija José Juan, quien tras el partido citó también a Arconada y Yashin como otras dos de sus antiguas referencias. Pero como suele suceder en el fútbol con el puesto de guardameta, los inicios en este deporte del héroe de Alcoy no fueron debajo de un larguero. Con seis años jugaba de extremo, pero un entrenador le dijo que no servía para ese puesto y lo colocó en la meta.
No le ha ido del todo mal ese cambio. La atención mediática le ha llegado ya talludito, pero su trayectoria es encomiable. Pudo en tiempos disfrutar poco de la Primera División, pero logró hacerlo. El 11 de mayo de 2003 jugó su único encuentro en la máxima categoría con el Celta de Vigo ante el Racing de Santander. José Manuel Pinto estaba con varicela y el otro portero, Cavallero, fue expulsado, con lo que Miguel Ángel Lotina le hizo debutar. No tuvo excesiva suerte en los 37 minutos que disputó. Con 2-1 a favor, vio cómo Diego Alonso empataba en el minuto 98. Pese a ello, aún tuvo la oportunidad de jugar otro encuentro interesante con el equipo celeste. Fue la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Alavés, aunque cayeron eliminados.
Tras su etapa en el Celta, comenzó un periplo que llega hasta la actualidad. Jugó en el Ourense, con el que fue el portero menos goleado de Segunda División B en la temporada 2005-06. Se enroló después en el proyecto creado por Quique Pina con el Ciudad de Murcia, que posteriormente se trasladó a Granada para llamarse Granada 74. De ahí pasó al Águilas y regresó nuevamente al Granada actual, con el que logró el ascenso a Segunda División en la 2009-2010 y a Primera la temporada siguiente, aunque no llegó a jugar más en la máxima categoría.
En el 2012 fichó por el Lugo, donde permaneció cinco temporadas, jugó 132 partidos y se convirtió en un ídolo. En el equipo gallego estuvo bajo las órdenes de Quique Setién, uno de los entrenadores que más le ha marcado. Cuando dejó el Lugo se comprometió con el Elche. Bajo las órdenes de Pacheta ascendió a Segunda División A, categoría en la que perdió la titularidad. Es en el 2019 y hasta hoy cuando se enrola en el Alcoyano.
No se le olvidará en la vida a este veterano guardameta su etapa en Alcoy. Sus paradas dieron la vuelta al mundo e inundaron las redes sociales, donde le llamaron desde ‘Mortadelo’ a Rubiales por su parecido físico con ambos. Lo dicho, no será Gianluigi Buffon, pero por una noche pudo sentir lo que habitualmente sienten las estrellas mundiales. Quedará para siempre.
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