Josep Costa, vicepresidente del Parlament, participó en una reunión con partidos xenófobos

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Los portavoces ERC y de Junts per Catalunya en el Congreso, Gabriel Rufián (i) y Laura Borrás (d), en una manifestación en el Congreso.
Los portavoces ERC y de Junts per Catalunya en el Congreso, Gabriel Rufián (i) y Laura Borrás (d), en una manifestación en el Congreso.Eduardo Parra / Europa Press

Tras la elección de Laura Borràs como candidata a presidir la Generalitat, Junts per Catalunya continúa con sus primarias para confeccionar las listas, que se votarán el 12 y 13 de diciembre. La formación de Carles Puigdemont dice no tener un plan b en el caso de que se abra juicio contra Borràs, que está siendo investigada por presunta prevaricación. Pero el resultado de los candidatos en las primarias marcará el camino de quién podría, llegado el caso, sustituir a Borràs.

“No hay que ponerse la venda antes de la herida”, ha defendido este martes el jefe de filas de Junts en el Parlament, Albert Batet. “Ya sabemos que el Estado no respeta el resultado de las elecciones. Ya lo hizo con Carles Puigdemont, con Jordi Sánchez, con Jordi Turull y con Quim Torra. Esperemos que ahora respeten a la candidata”, ha reclamado.

Puigdemont estaba fugado en Bélgica cuando pretendió, sin éxito, ser investido president a distancia. Las investiduras de Turull y Sànchez fueron impedidas por la justicia, en la antesala del juicio al procés. Ambos estaban procesados por rebelión —serían finalmente condenados por sedición—. Torra tuvo que dejar el cargo de presidente tras ser inhabilitado por el Tribunal Superior de Cataluña (condena que luego ratificó el Supremo) por desobedecer a la Junta Electoral Central. Junts insiste en mostrar todo eso como un ataque político al independentismo e incluye en ese relato también la situación de Borràs, a quien el Supremo investiga por trocear supuestamente contratos para beneficiar a un amigo cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes, un organismo público, entre 2013 y 2017.

No está claro si el Supremo, en el caso de ver motivos para abrir juicio oral, lo haría antes de las elecciones catalanas de febrero. Si Borràs renuncia al escaño en Madrid y llega al Parlament, la causa pasaría al Tribunal Superior de Cataluña. Los tiempos judiciales son impredecibles y, si Junts ganara las elecciones, podría darse el caso de que, de nuevo, una presidenta de la Generalitat fuera a juicio.

La propia Borràs y Junts quieren evitar plantear ese escenario —del que podrían sacar partido, en tanto alimenta la idea de la “represión”— pero la sombra sigue ahí. Esto le añade un ingrediente más a la segunda fase de las primarias, pues en esos puestos de salida se podría ubicar la persona que, llegado el caso, tendría que asumir la presidencia de la Generalitat.

El partido diseñó un sistema de primarias de dos urnas. En la primera se elegía al candidato a liderar el Govern y en la segunda los puestos de salida. Hasta mañana se pueden postular aquellos que quieran ocupar los tres primeros puestos por las listas de Tarragona y Lleida, los cuatro de la de Girona y los ocho primeros por Barcelona. En este último caso, está pendiente de saberse qué hará Puigdemont (que anunció que quiere ir a las listas) y todo además se tiene que equilibrar para lograr la paridad del sistema cremallera.

Fuentes del partido, sin embargo, recuerdan que el presidenciable no tiene por qué ser el número uno. De hecho, Torra fue el número diez de la lista y terminó siendo el president, elegido a dedo por Puigdemont. El reglamento del Parlament establece que cualquier diputado puede aspirar a presidir la Generalitat.

El baile de nombres de posibles aspirantes comenzó incluso antes del pasado fin de semana. Están el exjefe de gabinete de Torra y Puigdemont, Josep Rius; la portavoz del Govern, Meritxell Budó; el propio Batet; la portavoz en el Parlament, Gemma Geis; el diputado en el Congreso, Jaume Alonso Cuevillas (esto implicaría más cambios en el grupo parlamentario en el Congreso), o la diputada Aurora Madaula. También el consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, o la diputada Elsa Artadi. Los resultados corroborarán si la formación apuesta por cortar todos los lazos con la herencia del PDeCAT.


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