Josep Maria Bartomeu: "Es falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro"

Josep Maria Bartomeu: “Es falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro”

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona entre los años 2015 y 2020, afirmó que es “falso y absurdo” pensar que con los pagos por parte del club azulgrana a una empresa propiedad de José María Enriquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 1994 y 2018, se compraran a los árbitros del futbol español.

El exmandatario del Barsa recuerda que la vinculación entre la empresa DASNIL 95, propiedad de Enriquez Negreira, y la entidad arrancó mucho antes de que él asumiera la presidencia del club, según declaró al medio español La Vanguardia. 

Bartomeu puntualiza que la relación con el vicepresidente del CTA entre 1994 y 2018 empezó bajo el mandato de José Luis Núñez y que, sucesivamente, esa relación se mantuvo con Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y él mismo.

Josep Maria Bartomeu (derecha) y Sandro Rosell (izquierda).

Con todo esto, el expresidente de la entidad azulgrana niega que con la contratación de los servicios de la empresa de Enríquez Negreira el club pretendiera influir en los arbitrajes.

Es absolutamente falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro, no hay nada que esconder.

Y, en este sentido, reflexionó.

Si hubiéramos influido en los árbitros no nos hubieran anulado un gol en la última jornada contra el Atlético que nos daba una Liga, es absurdo pensar eso. Y podría poner más ejemplos.

Como ya explicó el club culé en un comunicado, Bartomeu sostiene que los pagos se realizaban a cambio de informes arbitrales “habituales” en el mundo del futbol.

Los informes existen, se entregaban tanto al primer equipo como al Barsa B antes de cada partido para comentar aspectos acerca del árbitro que tocaba. Los entrenadores y los jugadores los agradecían.

“Era muy buen profesional. Yo con su padre apenas tenía contacto”, destaca Bartomeu sobre el responsable de elaborar los informes.

Por último, califica de “casualidad” la decisión de trabajar con una empresa del exvicepresidente del CTA, si bien asume dudas “de carácter ético”, pero nunca “de carácter legal”. Y reconoce: “Los pagos eran altos, sí”.

(Con información de EFE)


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