Juanma Marrero: “Jamás se debió jugar nada de la última jornada”


El viernes pasado se fue en camilla entre la alarma que genera un contagiado por una enfermedad infecciosa. Este martes, Chico Flores, futbolista del Fuenlabrada, el club que ha puesto en jaque a LaLiga y en peligro el final de la competición en Segunda División, regresó al hotel Finisterre de A Coruña para proseguir con el confinamiento. Una ambulancia le trasladó de vuelta del hospital Quirón, en A Coruña, donde permaneció ingresado los últimos cuatro días. Recorrió unos pocos metros empujado por un sanitario que le llevaba en una silla de ruedas. Tuvo el resuello suficiente para decir unas palabras a los medios allí congregados y explicar que se siente mejor tras pasar unos días “fatal”. “Se ve perfectamente que nosotros no tenemos culpa de nada”, se defendió. Hablaba por todos sus compañeros —hubo hasta 28 contagiados por coronavirus entre jugadores y personal del club—, por boca de una la plantilla que sufre los rigores de un contagio colectivo.

“Mis compañeros lo están pasando fatal también, pero estamos luchando todos, primero por nuestra salud, que es lo prioritario y más importante, y después porque no queremos que nos quiten lo que hemos ganado en el campo. Hemos venido a A Coruña a jugar”, explicó Chico, un veterano que se ha visto en mil batallas desde su Cádiz natal a la cantera del Barça. Un tipo que ha pasado por diferentes ligas como la italiana, la inglesa, la catarí y hasta la rusa. Ninguna lucha como la que libra contra un virus que parece que por suerte va derrotando. Claro que, cuando se solucionen los problemas de salud, habrá que librar los de los despachos. El caso Fuenlabrada puede acabar en un descenso administrativo.

El club madrileño se siente en peligro de perder la categoría acusado de haber cometido infracciones de carácter muy grave. Entre sus futbolistas anida la indignación con la situación generada y con quienes les han llevado a ella, a un viaje sin sentido y a la posibilidad de echar por tierra el trabajo de una temporada brillante. Los jugadores supieron que la situación del club es delicada. Tras la opereta dominical de comunicados y después de unas jornadas al dictado de LaLiga, que no se cortó en glosar varias veces la “generosidad” del equipo madrileño y librarle de toda culpa, la Federación Española de Fútbol (RFEF) ya trabaja en la instrucción del caso. Además, hay un juez del comité, Ricardo Esteban Díaz, que ya advierte, por las dudas, que es competente para tomar decisiones y que debe hacerlo sobre la disciplina de LaLiga. En la noche del lunes emitió una providencia demoledora en la que abría la puerta a un descenso administrativo del club madrileño y vapuleaba los modos y maneras de LaLiga y su presidente, Javier Tebas, de quien apunta que “continúa abriendo expedientes en materias que no le competen”.

Díaz alerta de la gravedad de las infracciones que pudo cometer el Fuenlabrada. “Podrían suponer, de ser ciertas, un fraude a la competición, atentando contra la salvaguarda del buen orden deportivo, a la integridad y pureza de la competición, y al correcto desarrollo de los espectáculos deportivos con riesgos para los espectadores o los participantes, conductas todas ellas tipificadas en el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol”, detalla. Tebas ya ha dejado claro que el club obedeció sus órdenes para viajar hasta A Coruña. Antes, el presidente del Fuenlabrada ya había ido en esa línea: “Nosotros somos unos mandados”. Pero el hecho de obedecer no conlleva inocencia.

24 equipos

En su último escrito remitido al Comité de Competición, el Deportivo reitera su petición de anular la última jornada de Liga o en todo caso de suspender la competición antes de ella. Reclama medidas cautelares antes de una resolución definitiva para que la competición, con los playoff de ascenso pendientes, se paralice mientras no haya una decisión. Y apunta que, ante la previsión racional de que no se pueda jugar, el partido contra el Fuenlabrada debería dársele por ganado al Dépor por 3-0. Así, si además media un descenso administrativo del equipo madrileño, los coruñeses mantendrían la categoría en una competición con el formato actual.

Pero la asesoría jurídica del Deportivo abre la opción de una Liga de 24 equipos, de modo que se evitaría perjudicar a todos los clubes afectados con opciones matemáticas de ascenso y descenso en la última jornada. En ese café para todos, la solución implicaría la permanencia en la categoría de Numancia, Deportivo y Fuenlabrada y la opción de que Rayo, Elche y, si la salud lo permite, también el equipo madrileño confinado en A Coruña, puedan optar a subir a Primera División.

Cinco integrantes del club madrileño deben declarar

Ricardo Esteban Díaz, instructor del expediente, está manos a la obra para darle músculo a la decisión que debe tomar y ya ha solicitado las comunicaciones entre Fuenlabrada y LaLiga antes del aplazamiento para constatar si se cumplió el protocolo ante los contagios. Y aquí habrá fricción porque en LaLiga creen que el código disciplinario federativo no contempla sanciones sobre cuestiones de sanidad pública o los protocolos que la rigen.

El instructor quiere saber además si al hotel donde está el equipo en A Coruña y la compañía aérea que le desplazó les comunicaron previamente la situación sanitaria que se había generado el sábado. Y ha citado para un interrogatorio telemático este miércoles al médico del equipo, al entrenador y al presidente, además de al futbolista Hugo Fraile y a su agente Rodrigo Fernández Lovelle, que este lunes aseguró que su representado le explicó que se desplazaron a A Coruña sin saber que había cuatro positivos en el grupo de jugadores y resto de trabajadores del club. Según informó As, intervino también la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para proponer una reunión con Federación, LaLiga y Consejo Superior de Deportes que pueda solucionar el bloqueo.

Todo se hace con apuro. Los clubs implicados quieren conocer su futuro, pero en el caso de los implicados en la promoción de ascenso ese futuro es inmediato y se extiende a Girona, Almería y Zaragoza, que esperan una orden para volver a competir en la temporada más larga de su historia.

Mientras tanto, el Fuenlabrada comunicó a última hora de la tarde de este martes que en las pruebas realizadas durante las últimas horas no se registraron más contagios ni en A Coruña ni en Madrid. El total de infectados es ahora de 26, de los que 18 descansan en la ciudad gallega. El club se congratula de que los síntomas de la covid-19 en todos ellos sean mínimos.


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