El FC Barcelona, a través de su Fundació, trabaja a diario para ayudar y facilitar la vida de diferentes colectivos. Uno de los proyectos más exitosos de la Fundació es el Robot Pol, que acerca a niños enfermos a los futbolistas del primer equipo. Desde hace poco Pol tiene su homólogo femenino, un nuevo robot que fue bautizado como Joyce en memoria de una pequeña que falleció víctima del cáncer pocas semanas después de una experiencia en la que pudo conocer a los jugadores del primer equipo masculino azulgrana. Desde el hospital Joyce pudo saludar a Messi, Suárez y compañía antes de entrar al vestuario en la previa de un partido. “Nunca había ido al Camp Nou y que me saluden me ha gustado mucho. Soy del Barça y me gusta”, explicaba la pequeña Joyce cuando celebró sus 13 años conociendo a sus ídolos a distancia. Hilda, si madre, relató a Barça TV que “era una adolescente super alegre. Cuando llevaba ocho meses ingresada en el Hospital participó con el proyecto Robot Pol y lo manejaba desde su habitación de la Vall d’Hebrón y pasó un día inolvidable en el que se olvidó de enfermedades, tratamientos y dolores, y olvidó que no podía salir a la calle. Fue un gran estímulo para continuar luchando contra su enfermedad”.
Joyce falleció tristemente meses después y ahora el club, con el beneplácito de sus padres, le ha querido rendir homenaje dándole nombre a la nueva herramienta.
El Robot Joyce, que estará muy cerca del día a día del primer equipo femenino, se estrenó la semana pasada con motivo de la foto oficial del primer equipo. El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, acompañado del directivo Xavier Puig, entregó una camiseta con el nombre de la pequeña a su madre y a su hermano, que acudieron al Estadi Johan Cruyff junto a todas las futbolistas del primer equipo.
La primera experiencia mediante la cual un colectivo vulnerable pudo acercarse a sus ídolos gracias al Robot Joyce fue ese mismo día, cuando cuatro internas del Centro Penitenciario Brians 1 pudieron conocer de cerca a las capitanas del Barça. Torrejón, Patri, Paños, Paredes, así como Aitana o Giráldez saludaron y charlaron con las reclusas, que les preguntaron varias curiosidades sobre su día a día. Uno de los aspectos que más inquietaba a las internas fue si algún día se logrará la igualdad total entre hombres y mujeres, a lo que las capitanas respondieron que “ese es el objetivo, para eso luchamos día a día”. Cuando apareció Aitana se hizo el silencio entre las cuatro internas. “Es que de cerca impresiona mucho. ¡Es Aitana!”, exclamaban